30/3/14

El rey ''felón''




Aunque los libros de historia han reservado ese apelativo para a aquel impresentable, y nunca suficientemente denostado, monarca conocido como Fernando VII, de ser cierto (y tiene trazas de poder serlo) lo que cuenta la periodista Pilar Urbano, quizá debiéramos adjudicar tan dudoso honor al actual representante de esa obsoleta institución llamada monarquía D. Juan Carlos I de España (por la gracia de Franco).  

Tras leer esta información en Infolibre, me pregunto si la ficción de Jordi Évole no tendría mucha más miga de la que casi todos hemos creído.
Pilar Urbano no es exactamente una persona antisistema, ni tampoco -por mucho que lo pregone- de izquierdas (“Sí, yo. Soy del Opus Dei y de izquierdas”).
Sin embargo, y pese a la acreditada animadversión que ha demostrado desde siempre hacia la institución monárquica, es una persona en general bien informada y el hecho de que esta información coincida con la campaña de lanzamiento de su libro no le resta verisimilitud a los hechos que narra.
De ser ciertos (y se terminará sabiendo) muchos españoles tendremos un motivo adicional para aborrecer a quien únicamente representa una ucronía política y una institución parasitaria, además de comportarse como una mero comisionista.
Parece que la cosa dará que hablar.
Veremos si se trata de algo más que la campaña de presentación de un libro.
Saludos.

26/3/14

Sobre el difunto D. Adolfo Suárez González



Tras haber pasado vergüenza ajena escuchando las imposturas de la inmensa mayoría de los políticos, mi personal respeto por la persona del que fue el primer presidente de gobierno democrático que conocí en mi vida, me anima a decir lo siguiente:
En primer lugar que aunque, ni cuando fue nombrado presidente de gobierno, ni mucho menos hoy, compartí (ni comparto) sus postulados ideológicos, siempre he sentido respeto por el comportamiento de ese hombre que, aun nadando y guardando la ropa, supo mantener la dignidad del cargo que representaba y mirar más allá de sus intereses personales.
Quizá esto no parezca gran cosa; Pero comparado con la indigencia moral e intelectual de una muy buena parte de nuestros políticos actuales, le sitúan muy por encima de todos -absolutamente todos- los que vinieron después de él.
En segundo lugar, y aunque no todo el mundo estará de acuerdo, tengo para mí que algunas de las decisiones políticas que más contribuyeron a posibilitar el cambio de este país vinieron de su mano.

Y pongo como ejemplo tan sólo tres de ellas: La legalización de los partidos políticos (el PCE fundamentalmente), la Reforma Fiscal y la Ley del Divorcio.
Y en tercer lugar, quiero destacar que cuando le segaron la hierba bajo los pies y le expulsaron de la vida política tuvo un comportamiento bastante digno y evitó meterse en intrigas y descalificaciones como por (mal) ejemplo ese lamentable “milhombres” que pretende ser D. José María Aznar.
Dicho esto, añado que resulta vergonzoso escuchar alabanzas de su figura y lamentos por su muerte a todos los carroñeros, empezando por el rey de España y terminando por su propio hijo Adolfo, que hicieron leña (o sacaron provecho) de su persona.

Esto es una muestra más del nivel de hipocresía y mentira en el que se desenvuelve nuestra sociedad.

Y pienso que mientras no desinfectamos esa pústula moral seguiremos siendo siervos de nuestra propia miseria.

Afortunadamente también ha habido algún comentario algo más ecuánime y decente.

De los que he leído, me quedo con este de Luis García Montero.
Saludos.

25/3/14

Elecciones Europeas (X). ‘‘Mareando la perdiz' (faltan 60 días)


Quizá pequé de ingenuo hace un mes cuando afirmé que “El tiempo del suspense (dentro de los partidos) se está acabando”.
Y ello por dos razones bien distintas:
La primera (y más grave): Porque, muy posiblemente, a una gran parte de la ciudadanía le traen al fresco las elecciones europeas, las candidaturas de los partidos y las puñaladas o teatrillos que se cuecen alrededor de este asunto.
La segunda: Porque he menospreciado el deterioro democrático que se ha venido produciendo desde los tiempos de aquel tan criticado (y hoy rehabilitado por la historia) “Tahúr del Mississippi” (fallecido ayer).
Es tal el batiburrillo político en el que los partidos nos han metido (por nuestra pasividad) que a nadie sorprende el que, casi todos ellos, estén más preocupados por el envoltorio que por el contenido.
Unos, como es el caso de los nuevos partidos y formaciones, andan haciendo juegos malabares para convencernos de las bondades que elegir los “candidatos a candidatos” mediante sufragio universal.
Y a estas alturas, sin haber decidido aún quienes, ni en qué orden se presentan, están dedicando mucho más tiempo a organizar primarias, (y secundarias) en internet, que a explicarnos sus propuestas que, en muchos casos también están en fase de elaboración (mediante lo que podríamos llamar "redacción colectiva") también, supuestamente, por “sufragio universal”.
Otros: Los medianos y medio desubicados, que (sin menoscabo de sus convicciones y sus propuestas) pueden arrimarse a distintas coaliciones, andan todavía manoseando los naipes sin saber a estas alturas, ni descartarse, ni a qué apostar

20/3/14

España en marcha



Quizá sea una utopía.


Pero por eso mismo, una vez hemos comprobado que la realidad que nos imponen no nos gusta, pienso que vale la pena dar un paso hacia ella.

He elegido para el título este poema de Gabriel Celaya porque, una vez más (y ya van unas cuantas), se ajusta como un guante al momento que vivimos hoy.
Exactamente igual que se ajustaba como un guante a aquel feliz momento en el que, en 1975, los que ya calzábamos pantalón largo, creímos tener el futuro en nuestra mano y poder sacudirnos la caspa de 40 años de mediocridad, corrupción, miseria (intelectual y moral) y aburrimiento.

¡Ya vienen!, . . . ¡Ya vienen!



Veremos lo que da de sí esta convocatoria.

Pero si los ciudadanos (independientemente de nuestra ideología y nuestras filias y fobias políticas) tuviéramos dos dedos de frente, en la tarde del próximo sábado día 22 no cabría un alma en las calles del centro de Madrid.
Estaríamos todos los que nos avergonzamos de algunos (demasiados) de nuestros gobernantes.
Los que nos indignamos de que destruyan el patrimonio y los servicios públicos repartiendo sus despojos entre amigotes y robaperas con corbata y zapatos de tafilete.
Los que hemos visto cómo nos rebajan el salario.

Los que hemos visto cómo se abusa de nuestra hambre o nuestro miedo.
Todos los que nos indignamos de que rescaten a los ladrones de la banca y las grandes empresas con el dinero que les quitan a los trabajadores y a los pensionistas.

14/3/14

Desmontando tópicos II (una rectificación muy oportuna)



Ayer recibí, entre otros mensajes, un aviso de un amigo advirtiéndome que los datos de población que ayer había signado a la Comunidad de Madrid (3.239.937) le parecían “algo escasos”; tanto más cuanto el número de votantes en las pasadas elecciones se acercaba a esa misma cifra y obviamente no todos somos tenemos derecho a voto.
Inmediatamente caí en la cuenta de que, con las prisas, había tomado el rábano por las hojas y en lugar de reseñar la cifra de población de la Comunidad de Madrid, había cogido la de Madrid capital.
Sin que sirva de disculpa, sino más bien como autoacusación y reconocimiento de mi ligereza, aclaro que ello fue fruto de mi interés por comentar dicha información pese a andar escaso de tiempo para hacerlo razonablemente.

Aunque suelo ser de natural perezoso y algo lento de reacción, de cuando en cuando tropiezo en “la piedra” de querer hacer las cosas sin dedicarles el esfuerzo necesario.

Y ayer fue una de esas ocasiones.
Pido disculpas por ello y me he autoimpuesto la penitencia de, además de confesar mi yerro, intentar enmendarlo fabricando unos cuadros-resumen de algunas de las muchas cifras que se pueden extraer del Informe IDIS-2014 que la mayoría de nosotros no nos molestaremos ni tan siquiera en “abrir”.

Debo aclarar que no he hecho más que desmenuzar los mismos datos que exponía ayer a partir de uno de los gráficos del Informe, completándolos con las cifras de población y renta per cápita extraídas del Instituto Nacional de Estadística (años entre 2011 y 2013) y -sobre todo- de la, inevitable y no demasiado exacta, pero razonablemente fiable, Wikipedia.
Añado que, aunque he consignado los datos de las 17 comunidades autónomas, me he limitado a destacar en color las tres de mayor población (Andalucía, Cataluña y Madrid) que, además, teóricamente están gobernadas por formaciones políticas de (supuestamente) diferente ideología

Ahí quedan, junto con algún nuevo enlace publicado en la prensa de hoy.

13/3/14

Desmontando tópicos (la privatización del Sistema Sanitario Público)


Aunque si por mí fuera, la Sanidad Pública sería un sistema estatal autosuficiente y gestionado de modo centralizado, como lo es (de momento y hasta que lo destripen) la Seguridad Social, pienso que, una cosa es reivindicar dicha gestión pública y otra muy distinta entrar al juego (interesado) de mezclar churras con merinas y meter en el mismo paquete a Cataluña, o Madrid que, por poner un ejemplo, a Andalucía.
Hemos oído en varias ocasiones a nuestros impresentables y neoliberales gobernantes (madrileños y nacionales) afirmar que todas las comunidades privatizan los servicios sanitarios. (Cosa, lamentablemente, cierta)
Y, a continuación, añadir que precisamente la comunidad que más gasta en pagos a las empresas privadas es Andalucía (gobernada de toda la vida por el PSOE y más recientemente por matrimonio experimental entre PSOE y IU).
Y resulta que esa afirmación resulta un tanto perversa, como suelen serlo todas las “medias verdades” de las cuales se cuenta la parte que favorece la tesis del “intoxicador” y se oculta cuidadosamente la parte que la contradice o invalida.

7/3/14

¿El mundo al revés'?. No; Simple sentido común



Hace un par de días en elEconomista.es insertaban el siguiente “escandaloso” titular:


Llamó inmediatamente mi atención porque, desde hace ya algunos (bastantes ) años vengo defendiendo, con la desaprobación de mis amigos, la necesidad de incrementar la presión fiscal en nuestro país.
No es una cuestión de ideología, sino -como digo en el título- de simple sentido común.
España tiene una presión fiscal notablemente inferior a la media europea y, aunque soy de los que opinan que Europa (la actual) no es un modelo de nada edificante y además tampoco es un modelo económico sostenible a largo plazo, me inclino (de momento) por la conveniencia de armonizar algunas de nuestras costumbres con los usos de los países de nuestro entorno.

Y una de ellas es precisamente la de “pagar impuestos”.
Como somos bastante necios (además de un poco golfos), cada vez que se habla de pagar impuestos nos acordamos de la retención en la nómina y del impreso del IRPF que “nos salió” a pagar, o nos devolvió menos dinero del que nos retuvieron.
Y ese es todo el entendimiento que tenemos de lo que son los impuestos.
Obviamente desde tan estrecha visión, la simple mención de una subida de impuestos nos encabrona.

6/3/14

Aún no se ha enfriado el cadáver . . . y ya lo están profanando



Aun no se han enfriado los restos de los autobuses regalados (irresponsablemente) al Centro de Transfusión de Cruz Roja Madrid, y sus nuevos “amos” ya los están ultrajando con “sugerentes ofertas” gastronómicas  “en el bar de la esquina”.


No hace una semana que les entregaron los autobuses  y ya ha metido sus hocicos algún experto en marketing (ojalá se trate sólo de “eso”) que ha descubierto que, además de “externalizar” la entrega del refrigerio (bocadillo y bebida) que obligatoriamente ha de entregarse y hacerse consumir a los donantes inmediatamente después de cada extracción, pueden hacer “publicidad comercial” a costa de la solidaridad de los ciudadanos.
Esta “externalización” (subcontratación de la subcontratación) es perversa por varias razones:
  Banaliza la intimidad de un acto tan personal como es la donación de sangre al propiciar, por un lado la entrada del mundo de la publicidad en lo que simplemente es una medida de seguridad para la salud del donante (controlar sus constantes y alimentarle tras la extracción) y por otro, exponerle a la pública exhibición de su condición de donante frente a terceros (camareros) que no forman parte del personal sanitario sujeto al secreto profesional.
  Trivializa el acto pretendiendo incentivar la donación mediante la promesa de “una de sus deliciosas especialidades”. Yo me sentiría ofendido si alguien piensa que puede comprar mi donación con un “burrito”, o una hamburguesa.
  Abre el camino a la tentación de introducir “recortes” a la hora de “negociar” el precio del refrigerio. (El pretexto lógicamente será la “sostenibilidad económica”).
  Abre la puerta a que “el cliente” (ya no será un donante) pueda elegir la “especialidad que más le guste”, que no tiene por qué ser necesariamente lo que mejor conviene a su organismo.

Y todo esto, con ser grave, no es lo peor.

Caer tan bajo (diario El País)



Hoy, al hacer mi ronda matutina por la prensa digital, no he podido evitar una sensación de vergüenza ajena al pinchar la página del diario “El País”.
Este antaño respetable y serio periódico de centro-izquierda que, junto con la revista Cambio 16, fueron los referentes informativos de una sociedad que empezaba a despertar a los usos democráticos, aparece hoy envuelto en un marco publicitario absolutamente cutre y estéticamente impresentable.

He tenido la sensación de estar contemplando uno de esos encartes publicitarios de Media Mark o Carrefour.

O, peor aún un, uno de esos siniestros (estéticamente hablando) pasquines de comida oriental que depositan en nuestro buzones.
Ya era bastante lamentable que, debido a las andanzas especulativas de sus dueños y parte de sus directivos, el diario hubiera tenido que ponerse directamente a las órdenes del mundo financiero y su vicario en España (el Gobierno del PP).
Y bastante siniestro que un sujeto, que se embolsó más de 8.000.000 € en un año, aleccionara al resto de los trabajadores advirtiéndoles que “no podíamos seguir viviendo tan bien” (o algo así).
Todo ello forma parte reparto del botín que el mundo financiero y gran-empresarial va conquistando a costa de los derechos y las vidas de los ciudadanos y las instituciones democráticas.
Pero nunca imaginé que un periódico como el País, que en su día fue un ejemplo de sobriedad, legibilidad y buena maquetación, cayera al ínfimo nivel gráfico de las octavillas publicitarias.
Curiosamente esta chapuza coincide en el tiempo con la decisión de eldiario.es de suprimir la publicidad para sus socios suscriptores quienes, por la módica suma de 5 Euros mensuales, podrán leer el periódico sin la monserga de las ventanas emergentes y la publicidad de empresas que, en muchos casos, detestan.
Quiero creer que esto sea un síntoma más de la descomposición moral de un sistema económico que ya se muestra incapaz incluso de “guardar las formas”   

Ahí queda la muestra de lo que afirmo:
Saludos.         

5/3/14

Desconectando las máquinas de niebla XXVII (el beneficio sin producción)


Intentaré ser breve para que quien se tome la molestia de leer estas líneas no pierda el tiempo con mis divagaciones y pueda dedicarlo a conocer la opinión de quien habla con mayor conocimiento de causa.
No obstante diré que, desde hace ya unos cuantos años, pero sobre todo a raíz del terremoto de Lehmans Brothers, he venido afirmando ante quien quisiera oírme que el sistema financiero era un parásito social que, al igual que la “tenia” (o solitaria), engordaba y se fortalecía  a costa de los nutrientes del “huésped” (¡Ojo!: que “huésped” significa exactamente lo contrario de lo que solemos suponer) impidiendo a este su normal desarrollo.
Y tengo que añadir que he sido compasivamente reprendido por mis amigos y allegados, incluidos algunos, habitualmente lúcidos, profesionales de la economía que tildaban esa opinión de disparate.
Y mucho más cuando, abundando en el ejemplo antes mencionado, he dicho que el paciente, es decir: el sistema productivo, sólo se curará mediante la ingestión de un fuerte vermífugo que nos haga expulsar ese parásito del cuerpo social. (Nacionalización. O, al menos, potente banca pública)
Hoy, para quien quiera leerlo, es el profesor Navarro quien, con datos y mejores explicaciones, nos abre los ojos y nos alerta de la gravedad de seguir permitiendo la existencia de ese autentico parásito social que es el actual sistema financiero.

Ahí queda:
Saludos.