25/3/14

Elecciones Europeas (X). ‘‘Mareando la perdiz' (faltan 60 días)


Quizá pequé de ingenuo hace un mes cuando afirmé que “El tiempo del suspense (dentro de los partidos) se está acabando”.
Y ello por dos razones bien distintas:
La primera (y más grave): Porque, muy posiblemente, a una gran parte de la ciudadanía le traen al fresco las elecciones europeas, las candidaturas de los partidos y las puñaladas o teatrillos que se cuecen alrededor de este asunto.
La segunda: Porque he menospreciado el deterioro democrático que se ha venido produciendo desde los tiempos de aquel tan criticado (y hoy rehabilitado por la historia) “Tahúr del Mississippi” (fallecido ayer).
Es tal el batiburrillo político en el que los partidos nos han metido (por nuestra pasividad) que a nadie sorprende el que, casi todos ellos, estén más preocupados por el envoltorio que por el contenido.
Unos, como es el caso de los nuevos partidos y formaciones, andan haciendo juegos malabares para convencernos de las bondades que elegir los “candidatos a candidatos” mediante sufragio universal.
Y a estas alturas, sin haber decidido aún quienes, ni en qué orden se presentan, están dedicando mucho más tiempo a organizar primarias, (y secundarias) en internet, que a explicarnos sus propuestas que, en muchos casos también están en fase de elaboración (mediante lo que podríamos llamar "redacción colectiva") también, supuestamente, por “sufragio universal”.
Otros: Los medianos y medio desubicados, que (sin menoscabo de sus convicciones y sus propuestas) pueden arrimarse a distintas coaliciones, andan todavía manoseando los naipes sin saber a estas alturas, ni descartarse, ni a qué apostar

Porque lo mismo pueden terminar metidos en una coalición nacionalista, que ponerse un traje “verde”, o integrarse en la coalición que se ha montado alrededor de IU.
Aunque en ningún caso estos partidos, generalmente nacionalistas (BNG, Chunta Aragonesa,  .  .  .) se arrimarán a “Podemos”, ni tampoco, presumiblemente, irán por libre, dado que, individualmente, no tienen masa crítica (300.000 votos o, quizá, alguno más) para aspirar a un escaño.
Los de IU, aunque con las pataletas habituales en esa formación, llevan algo más adelantados “los deberes”.
Lo cual tiene cierto mérito, teniendo en cuenta que la confección de sus listas con candidatos procedentes de distintas formaciones (externas) y de distintas familias (internas) sin que se maten entre ellos, debe ser algo parecido a lo que comunmente denominamos hacer encaje de bolillos.

Únicamente UPyD ha cerrado su lista y ya ha designado públicamente a los 54 candidatos y 3 suplentes, de los cuales tan sólo 9 son “reincidentes” (se presentaron en 2009) y, de ellos, 5 pertenecen a la agrupación territorial de Madrid.


Y quedan finalmente los dos “grandes”: PSOE y PP.
El primero, efectivamente movió ficha y ya tiene, oficialmente desde hace más de un mes, “cabeza de lista”.
Pero anda todavía sin terminar de enseñar las cartas, entre otras cosas porque también debe estar barajándolas; Y la inclusión prematura de determinados nombres  (que inevitablemente “van a ir”) puede levantar muchas ampollas entre la propia parroquia o, incluso, darle munición al enemigo.
En cuanto al PP, la cuestión es la misma, pero aún más grave:
Por un lado, cualquier figura que resulte “no demasiado impresentable” (Sr. Arias Cañete, o Sra. Pastor) le hace un “roto” en el actual gobierno; Y, para colmo, ninguno de ellos parece estar demasiado ilusionado con ese “ascenso”.
Por otro, D. Mariano Rajoy sabe que, en medio de la aparente balsa de aceite que pretende ser ese partido, mucha gente está afilando la navaja cabritera (de 7 muelles) para cuando se desate la trifulca.
Y, por ello, tiene que tener mucho cuidado con, a quien ofende, y a quienes no puede perder de vista, ni consentir que tengan las manos bajo la mesa, o se sitúen a su espalda.
Y en los dos casos (PSOE y PP): Cuanto menos se hable de momento del “Programa” mucho mejor.
Porque resulta que la ciudadanía, esa que ayer inundó (pacíficamente, pese a lo que quieran contarnos) el centro de la ciudad y un número incomparablemente mayor que no pudo -o no quiso- acudir, ha llegado hace ya mucho tiempo a la conclusión de que no le gusta lo que Europa nos manda.
Y estamos hasta la coronilla de ajustes, competitividad, rescates bancarios, reducción del déficit, privatizaciones, recorte de salarios, rebajas de impuestos (a los que menos pagan y más tienen) y recomendaciones de la Comisión Europea, el BCE, la Troika, el FMI y sus pasteleras madres.

Y resulta que son fundamentalmente los dos grandes partidos (uno más que otro) junto con CIU (Conveniencia y Unió) quienes, cautivos de sus compromisos (no declarados), nos querrán hacer comulgar con semejantes ruedas de molino.
Y, además, aunque nada tengan que ver con Europa, nos producen acidez de estómago los episodios de Gürtel, Bárcenas, los ERE’s de Andalucía, las innumerables trapacerías valencianas, la ley del aborto, las comisiones del Palau y del hijo de Jordi Pujol, los despidos de Coca Cola y el zurriburri de la “cuestión catalana”.
En cuanto al desinterés de la ciudadanía, lo he considerado mucho más grave porque ese desinterés es precisamente el que les va a permitir a los dos grandes partidos mantener razonablemente “el tipo” y seguir repartiéndose los triunfos de la “baraja política”

Porque aunque inevitablemente se llevarán (esperemos) un buen pescozón electoral, no será lo suficientemente fuerte como para partirles el espinazo  a los “aparatos” de sus partidos y obligarles a limpiar y desparasitar sus respectivos “establos”.
En todo caso, dentro de 31 días tendremos que saber algo más de “todo esto”.
De momento nos irán entreteniendo con los panegíricos de D. Adolfo Suárez, los destrozos de los encapuchados de la plaza de Colón y los datos del INE amañados para hacernos creer que ya hemos entrado en los 10 años de “vacas gordas”.
Y lo malo es que muchos nos distraeremos mirando al dedo, en lugar de a la luna.
Saludos.                
Recopilatorio Elecciones Europeas:

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