Me
hago eco de la metáfora de Susan George quien definió el TTIP como una “tratado
vampiro” queriendo significar que se trataba de un bicho que no podría
soportar la publicidad "Si sacamos el vampiro a la luz del día,
retrocede y se muere".
Además
de por eso, también es vampiro porque a mi juicio, si llega a nacer, nos chupará la sangre a
todos los ciudadanos europeos.
Por
eso aprovecho la publicación de un muy corto artículo del profesor Vicenç
Navarro en el que, sin meterse en demasiadas disquisiciones, nos esboza sobre
el peligro de consentir que se apruebe ese caramelo envenenado que, publicitado
como libre comercio, pretende (entre otras perversidades) impedir el libre
comercio no controlado por las grandes multinacionales, para recomendar su lectura.
Ahí
queda para quien quiera echarle un ojo.
Saludos.
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