Quizá
alguien piense que el título de este texto es un tanto cursi.
Pero
lo cierto es que no se me ocurre ninguno más apropiado para denominar este
artículo de D. José Luis Gallego dedicado al río Ebro, en el que, a raíz de las
recientes inundaciones de su cauce, ha plasmado de un modo poético y muy hermoso
una serie de reflexiones que a mi juicio merecen la pena ser leídas y rumiadas.
No
tengo más que añadir, salvo que el texto es bastante corto, muy ameno y además
de describirnos en cuatro líneas un río que todos hemos oído nombrar, pero que
casi todos desconocemos, aborda unas cuantas reflexiones muy dignas de
atención, no tanto con respecto al caso concreto del río y los descalabros que
recientemente ha provocado, cuanto, sobre todo, al origen de los mismos y la
perversa deriva que está tomando la escala de valores imperante que confunde (o
disfraza) de progreso lo que no es más que depredación y rapiña.
Ahí
queda para quien quiera dedicarle un par de minutos (a la lectura).
Saludos.
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