Empieza
el año y con él llega la convocatoria de la 1ª Marea Blanca de 2014.
Es
evidente que no se alcanzarán los niveles de asistencia de aquellas primeras
que tapizaron de gente los recorridos desde los distintos hospitales hasta la
plaza de Cibeles y, desde allí hasta la Puerta del Sol.
Han
sido ya muchas las convocatorias y se acusa el cansancio.
Además,
muchos ciudadanos han llegado a pensar (equivocadamente) que la batalla ya está
ganada, aunque solo sea en parte.
Sin
embargo, una vez más, vale la pena acudir.
Y
digo “vale la pena” porque, aunque el actual pantano jurídico en el que está sumida
la privatización de los 6 hospitales y 27 centros de salud no es mérito
exclusivo de “las mareas”, puede afirmarse -sin exagerar- que las mareas han sido
determinantes para visibilizar el saqueo y poner en pie de guerra a una
ciudadanía en gran parte amorfa e incapaz de interesarse por nada que no fuera
su propio ombligo.
Y
la presencia de los ciudadanos en la calle puede cambiar muchas cosas como
acabamos de ver hace unas horas con la paralización de las obras del barrio de
Gamonal en Burgos.
Por
ese motivo asumo una vez más el ingrato papel de “agitador” e invito, a
quienes quieran y puedan, a acudir.
Yo
lo haré (bastante abrigado, porque tengo entendido que hará mucho frío) y
espero encontrarme allí con todos los ingenuos y diletantes como yo que, a base
de perder nuestro tiempo y desgastar nuestros zapatos, vamos consiguiendo, mal
que bien, ayudar a torpedear el desmantelamiento de nuestro sistema sanitario
que, aunque, algunos no lo crean, se sigue produciendo y algún día habrá que
recuperar.
Hasta
el domingo.
Saludos.
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