17/9/13

Asamblea a la puerta del hospital



                                          Disculpen: La foto es "vieja" (pero igualmente ilustrativa)

Hoy, a las 14:15, en la entrada de Diego de León 62, se ha celebrado una asamblea de trabajadores, pacientes y usuarios del Hospital Universitario de La Princesa, para la que la dirección del hospital no ha considerado oportuno autorizar la utilización del salón de actos.
Quizá, además de denunciar el menosprecio hacia quienes la convocaban y hacia quienes acudimos, debiéramos agradecerle al Sr. D. Miguel Ángel Andrés Molinero (el gerente) la oportunidad de disfrutar de la agradable temperatura del mediodía y, sobre todo, el poder visibilizar nuestra presencia y explicar a los viandantes el por qué de nuestra lucha.
El Sr. Molinero se ha comportado antidemocráticamente, con modales propios del dueño de un cortijo; y los ciudadanos, con el fin de evitar altercados y discusiones estériles, nos hemos allanado en nuestro derecho.
Pero que no piense que siempre será así.

El hospital es un bien público y él no es su propietario, sino el responsable de que esté al servicio de todos.
Para quienes no hayan podido acudir, cuento que, en algún momento, nos hemos juntado algo más de 200 personas.
Y, afortunadamente, otra vez estábamos juntos de la mano, desde los médicos, hasta la gente de la calle, pasando por enfermeros, celadores, personal administrativo, de limpieza, de cocinas, trabajadores de otros centros y ciudadanos residentes en el barrio y de fuera del barrio, además de (discretamente) algunos representantes de los sindicatos (supongo que presentes a título personal).
http://salvemoslaprincesa.wordpress.com/wp-includes/js/tinymce/plugins/wordpress/img/trans.gifPor un lado debemos  felicitarnos (sin mayores alharacas) de esta primera satisfacción de las dos “suspensiones cautelares”, tras 9 meses de ir encajando día tras día el desprecio y prepotencia de la consejería de sanidad y tragándonos los sapos de sus sucesivas tropelías (no renovación de contratos, reducciones de jornada, jubilaciones forzosas, cierres de camas, alguna represalia laboral que otra, desvío de pacientes y pruebas diagnósticas y un sinfín de arbitrariedades más).
Todo ello perpetrado desde la desfachatez más absoluta, al amparo de los “brazos de madera” de unos parlamentarios indignos del cargo para el que les eligieron y con el aplauso de algunos medios de comunicación turiferarios que lo mismo aplican el incensario para aventar el mal olor de todas estas trapisondas, que para crear cortinas humo que oculten las vergüenzas de quienes se benefician de ellas.
Esa era una de las razones y estaba plenamente justificada.
Fundamentalmente para recordar a la ciudadanía que la lucha no ha sido en vano y que, aunque muchos pensaron que todo estaba perdido el día 26 de diciembre cuando se aprobaron los presupuestos en la Asamblea de Madrid y mucho más perdido aun cuando se publicaron los “pliegos” y se conocieron los nombres de los “ganadores”, finalmente va a ser cierto aquello de que “quien ríe el último, ríe mejor” y, de momento, al Sr. consejero y su tropa, se les ha congelado la sonrisa.
Pero sobre todo, los convocantes (Las Plataformas de Trabajadores y Usuarios del hospital), con muy buen criterio han abordado dos cuestiones primordiales:
1   Información veraz, de la situación en que están quedando los servicios y las plantillas del hospital a día de hoy. Y sobre las negras previsiones (si lo consentimos) para los días que vendrán.
2   Recordar a todos los asistentes, y todo aquel que quiera oír, que esta “magra victoria” (que ni siquiera está consolidada) no es más que un paso (adelante) en el largo camino que tendremos que recorrer para, en primer lugar, desandar todo lo que hemos andado (marcha atrás), reconstruir parte de lo que han destruido; y, posteriormente, recuperar el control de los servicios públicos por parte de las administraciones para ponerlos al servicio de los ciudadanos.
A la vuelta del calendario están las renovaciones (o no) de parte de las plantillas (el 30 de septiembre),
Sigue en marcha el proceso de privatización de los centros de atención primaria y de especialidades.
Siguen entregando servicios (mucho más importantes de lo que parecen) a las empresas del ladrillo (Limpieza y cocinas) y siguen desviando los diagnósticos, los pacientes y las intervenciones a centros privados como método para asfixiar (por inanición) los departamentos y profesionales de los centros públicos.
Y siguen ganado tiempo mientras intentan confundirnos con mentiras y medias verdades, a la vez que trasiegan los fondos desde los servicios públicos hacia los bolsillos privados.
Por eso era necesario este “recordatorio” (que esperemos no sea el único).
Yo (que he asistido) he “salido” (de la calle) con un buen sabor de boca y con la voluntad de seguir, como mosca cojonera, intentando hacer valer lo que creo que son mis legítimos derechos.
Mañana a las 17:00 en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (C/ Santa Isabel Nº 51) AFEM ( es decir los médicos que presentaron los recursos) ha convocado una asamblea a la que, por lo visto, estamos invitados, los ciudadanos.
Yo pienso acudir a escuchar lo que tengan que decir los médicos (mis médicos).
Y también acudiré el domingo día 22 a las 12:00 a la plaza de Neptuno para hacer bulto en la enésima Marea Blanca.
Me duelen los pies de patear las calles.
Pero no quiero que me duela el alma (o lo que coño sea) por no haber intentado defender mis derechos.
Saludos.
 SÍ, . . . SE PUEDE

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