Bien pudiera ocurrir que me pase la que al ciego; “que soñaba
que veía” (y eran las ganas que tenía)
Pero, sea como sea, lo cierto (si es que la noticia es
cierta) es que, al Consejero Fernández-Lasquetty, parece que se le están complicando las
cosas.
Tal vez, esta primera fase de falta de interés, tan sólo sea
parte del teatrillo ideado para, ante la renuncia de “los profesionales” de la
sanidad a meterse a “empresarios” de la salud, poder a continuación adjudicar
dicha gestión a empresas dedicadas a (por poner un ejemplo) el ”comercio al mayor, importación, exportación y fabricación de todo tipo
de artículos de regalo” (incluso aunque no se sepa quiénes son sus propietarios
reales).
Quizá sea tan sólo eso; Un “atrezzo” para ocultar el verdadero mecanismo
y las manos que mecen la cuna (de la privatización).
Sin embargo yo quiero pensar que, quizá, ante el creciente descrédito de
la Consejería, la más que probable sublevación de los pacientes (que cada día
van tomando mayor conciencia del saqueo) y el oscuro horizonte judicial que
pudiera avecinarse si finalmente alguien tiene la ocurrencia (y los medios) para
llevar a los tribunales unas decisiones que parecen poco compatibles con la
legalidad, los posibles concesionarios se estén tentando la ropa, antes de
embarcarse en gestionar unos ambulatorios a los que pudiera ocurrir que la
gente se negara a acudir.
El tiempo nos irá sacando (en breve) de dudas.
Yo estos días, dado que la realidad se empeña en no darme buenas noticias,
he decidido seguir soñando.
Y estos hechos los incluyo dentro de mi personal fantasía titulada:
“Parece que el miedo está empezando a cambiar de bando”
Saludos.
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