La
incapacidad de muchos de mis amigos y allegados para hacer el esfuerzo de informarse
por su cuenta y la pasmosa facilidad con la que comulgan con enormes ruedas de
molino supuestamente “informativas”, es tan recurrente (en algunos temas
concretos) que ya hace tiempo ha dejado de sorprenderme, hasta el punto de que
he asumido mansamente el papel de “valedor de dictadores”, “defensor de
titiriteros terroristas”, “compañero de viaje de comunistas y vendepatrias”, “enemigo
de la Libertad” y “ciego de sectarismo y odio” (político).
No
pretendo disculparme, porque creo que no servirá de nada; Pero, por si alguna
de las personas que tiene la paciencia de soportarme siente curiosidad sobre el
origen de mi “empecinamiento”, quisiera llamar la atención sobre la espesa
niebla informativa que la maquinaria mediática neoliberal está esparciendo
sobre el supuesto “golpe de Estado” del Presidente de Venezuela.
Declaro
previamente que, con respecto a D. Juan Carlos Monedero, suelo tener “sentimientos
encontrados” y considero que, por comportarse él algunos otros dirigentes de
Podemos, como auténticos zascandiles, narcisistas, fantasiosos y
malintencionados, hemos perdido un par de buenas ocasiones de empezar a librarnos
de la cuadrilla de salteadores de caminos que nos malgobierna desde hace ya
demasiado tiempo.
Dicho
esto, pienso que vale la pena leerse este texto publicado hoy en Público.es
Quien tenga ojos que vea y quien tenga oídos
que oiga; O mejor aún que “mire” y “escuche”.
Y
después, que opine lo que guste, porque tengo la impresión de que alguna gente,
en este tema, no suele hacer previamente ese ejercicio.
Y
quede claro que no comulgo con todo lo que hace el Sr. Maduro.
Pero
me parece bastante menos indecente que lo que hacen los actuales presidentes de
Brasil, Argentina y Perú (o incluso Colombia en este tema) o el Secretario de
la OEA.
Y
tampoco me gustaría irme a vivir a la Venezuela del Sr. Maduro
Saludos y perdón por entrometerme.
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