Soy
consciente de que a muchos de mis amigos y allegados (y público en general) no
les gusta, o más bien detestan, la persona de D. Julio Anguita González.
Incluso
algunos, para mejor acreditar lo soberbio y mala persona que es, suelen contar
un supuesto acaecido en el que este señor, tras haber convidado a alguien a
comer en un restaurante, animó a su invitado a pedir una copiosa comanda al
camarero orientándole sobre las especialidades de la casa para terminar complendo
el menú pidiendo -para él- tan sólo, un café solo (valga la rebuznancia).
Ignoro
si tal cosa ocurrió realmente, o si es un mito.
Pero
sea como fuere (y aun reconociendo que, de haber ocurrido semejante escena,
denota bastante mala leche por su parte, con independencia de los posibles méritos
del supuesto invitado), lo cierto es que, desde siempre (y cada día que pasa
más aún) me he tomado muy en serio sus reflexiones,
Y
a la luz de los hechos posteriores a algunos de sus análisis, propuestas y
vaticinios (obsolescencia programada, reparto del trabajo, reducción de
horarios, no al Euro, ni al tratado de Maastricht, . . .), cada vez me reafirmo
más en dicha “devoción”
Este
y no otro es el motivo de traer a colación esta información que muy
probablemente pasará desapercibida dentro del ya frondoso paisaje de la prensa
digital progresista.
Ahí
lo dejo para quienes, no teniendo mejor cosa que hacer, no padezcan de “alergia” (o estén decididos a arrostrar
las consecuencias).
Me
parece que viene muy a cuento, sobre todo para aquellos que están convencidos de
que D. Alberto Garzón es un submarino de D. Pablo Iglesias para vender
izquierda Unida (casi hundida se la dejaron D. Ángel Pérez y otros señores del
mismo pelaje), por 30 monedas de plata (y un carguillo en Podemos).
Dado
que en Holanda ha vuelto a iniciarse el carrusel electoral (Holanda-Francia-Alemania-Italia)
y dentro de un año tendremos “precampaña” para municipales y autonómicas y en
otro año más para las Europeas, será bueno que vayamos tomando conciencia de que,
si la Izquierda no va “junta”, será difícil sacar un resultado suficiente para
poder “influir” y, lo que es más grave, tener
autoridad moral para marcarle el terreno a un PSOE remozado(o lo que para
entonces quede de ese partido).
Habría
que aprovechar que el tiempo y las urnas les van bajando los humos a algunos de
los dirigentes de Podemos para ver si, por una vez, somos capaces de no tirar
piedras contra el tejado de nuestro país (que es nuestro propio tejado).
Pido perdón por lo extenso del exordio; Pero no sé explicarme mejor.
Saludos.
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