8/5/16

Desconectando las máquinas de niebla XXXVII (La deuda pública)





Aunque ya he sido reprendido por más de uno de mis socarrones amigos y parientes a cuenta de los incontables capítulos de esta desconocida (y poco apreciada) serie de las “máquinas de niebla” (Éste hace el número 37, si mal no llevo la cuenta), insisto en dicha denominación.
Y lo hago por dos razones que me parecen suficientes:
La primera, es mi natural bondad para con mis semejantes, a la gran mayoría de los cuales la lectura del mero título les evita el riesgo de, por curiosidad o descuido, seguir leyendo y de ese modo les ahorro la pérdida de tiempo.
La segunda, es que, ese título (directamente fusilado de una curiosa e inquietante felicitación navideña de mis amigos de lalinternasorda se me antojó desde el primer momento como una expresión idónea para etiquetar mis extravagantes (Y me temo infructuosos) intentos de llamar la atención sobre las innumerables ruedas de molino que nos ofrece la llamada prensa seria y que la “sabiduría popular” (la nuestra propia, incluso) termina aceptando como verdades poco menos que científicamente demostradas.
No me extiendo más en el exordio e invito, a quien pueda interesarle el asunto, a leerse este artículo del profesor Juan Torres López que habla de algo que nos estamos tomando demasiado a la ligera en relación con el enorme sufrimiento que nos va a provocar (a nosotros y a nuestros descendientes) y el riesgo cierto de que, su mantenimiento, pueda terminar llevándonos a un escenario de violencia y miseria.
 
Saludos.

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