31/10/13

Coincido y, a la vez, discrepo


Coincido con D. Luis García Montero en que Dª Rosa Díez Es una mala persona (políticamente hablando), oportunista, intrigante, tramposa e irresponsable.
Coincido también en que, ni tengo derecho a decidir (nada) en lo tocante al derecho a decidir de los ciudadanos catalanes (vascos, gallegos, andaluces, . . .), ni autoridad moral alguna para intentar poner trabas a dicha decisión, ni tampoco a la celebración de una consulta que les permita adoptarla.
Coincido en que, además de Dª Rosa Díaz (por oportunismo), son igualmente irresponsables el partido Popular y Conveniencia y Unió; pues aunque ninguno de los dos desea, ni les importa un rábano, la independencia de Cataluña, ambos se dedican a agitar los bajos instintos de una ciudadanía bastante incauta para desviar la atención sobre el auténtico saqueo de bienes y derechos que están perpetrando.
Y coincido en bastantes cosas más, como la pena por no poder hacer nada salvo intentar evitar echar más leña a esa estúpida hoguera y declarar públicamente mi respeto por la decisión (acertada o desacertada) que libremente puedan adoptar.
Y discrepo (que me perdone el Sr. García Montero) en la inevitabilidad de la independencia de Cataluña.
Quizá me equivoque, pero son muchas las razones, algunas buenas y otras indecentes, que van a hacer inviable un pronunciamiento libre y transparente de los ciudadanos.

Es decir: (en mi opinión), les van a estafar o bien en el texto, o bien en el procedimiento de la consulta.
Y, además, también estoy convencido de que si la consulta se realizara en unas mínimas condiciones de libertad y objetividad (sin cartas marcadas) los propios catalanes ante la falta de un pronunciamiento claro, terminarían por no aprobar la independencia.
Eso no quiere decir que piense que las cosas quedarán como están hoy.
Afortunadamente, para los catalanes y para todos los españoles “habrá que mover ficha”.
A veces, en mis fantasías políticas, me descubro cavilando en las ventajas (de orden práctico y de acierto político) que supondría la creación de una:

“República Federal Ibérica”
Con el Tribunal Constitucional en Lisboa (ha demostrado más dignidad y respeto por sus ciudadanos que el nuestro).
Con el Ministerio de Industria en el País Vasco.

Con el Ministerio de Comercio en Barcelona.

Con el de Agricultura en Andalucía, . . .
Y no sigo para no agraviar a nadie, aunque aclaro que a Madrid no le vendría mal una cura de austeridad administrativa y quedarse como mera “casa de citas” con la sede del parlamento y un papel similar al de un croupier (organiza el juego, pero no es el dueño del casino)
En fin comprendo que quizá estoy desbarrando.
Saludos.

2 comentarios:

dan san dijo...

Me ha encantado esta idea

“República Federal Ibérica”
Con el Tribunal Constitucional en Lisboa (ha demostrado más dignidad y respeto por sus ciudadanos que el nuestro).
Con el Ministerio de Industria en el País Vasco.

Con el Ministerio de Comercio en Barcelona.

Con el de Agricultura en Andalucía, . . .

PGG dijo...

Me alegra que a alguien le "tiente".
De todos modos habría mucho que afinar.
Incluso yo mismo ya he cambiado de opinión y el Ministerio de Comercio lo pondría en Valencia y a Cataluña me llevaría el de Asuntos Exteriores.