Los
titulares lo dicen todo.
En
el Hospital General de Castellón el “ahorro” más bien parece “indigencia”.
Leo
hoy en el diario El País que en dicho centro los enfermos tienen que avisar al
control de enfermería agitando un rudimentario “sonajero” consistente en un
bote de recogida de muestras de orina relleno con clips metálicos.
Pienso
que sistemas parecidos, o incluso algo más discretos y eficientes, deben tener
en la mayoría de los hospitales del tercer mundo. (Sin comentarios).
O
este otro de hace un par de meses:
Eso
es parte de lo que nos espera aquí a los madrileños debido a la política de
nuestro Consejero de ir descapitalizando los hospitales públicos para dedicar
los dineros a pagar a las empresas buscavidas que se están adueñando de la
gestión de los privados.
Triste
panorama.
Sin
embargo el futuro no está aún escrito y si tomamos conciencia de la falta de
respeto a nuestra dignidad y el riesgo para nuestra propia salud y la de los
nuestros que estos indecentes políticas suponen, terminaremos paralizando este
verdadero saqueo.
De
momento al Sr. Fernánez-Lasquetty les están creciendo los enanos por todas
partes y parece ser que últimamente duerme mal.
No
hay que ser un lince para deducir que la desproporción de medios empleados
anteayer para intentar acallar una cívica protesta de pacíficos ciudadanos en
Vallecas no es otra cosa que el reflejo del “miedo” de quienes mandan.
Muchos
de nosotros, cada vez más, como estamos convencidos de que tenemos razón (y
derechos) seguiremos sin callarnos.
Saludos.
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