Aunque
no entiendo de ornitología, supongo que la reacción instintiva de los pájaros
cuando los enjaulan será el mutismo.
Sin
embargo, recuerdo desde niño el orgullo con el que algunas señoras (de la
familia y de las amistades) narraban las habilidades canoras de su periquitos,
jilgueros y otras especies afines que tenían alojados en una jaula en el salón
(salita, habitualmente) junto a una ventana.
Lo
cierto es que tales animalitos, una vez enjaulados, haciendo de tripas corazón
(supongo), terminaban por cantar.
Por
este motivo es por el que (supongo otra vez), algunos de nuestros gobernantes,
"emprendedores" (de altura) "jueces sensatos", "fiscales obedientes", "periodistas
bien comidos" y otras "gentes de orden”, han reaccionado diligentemente para
poner fin al desvarío de un juez que podía estar a punto de provocar un
desastre de consecuencias imprevisibles si al Sr. Blesa, que, con todos los
respetos, a mí me parece un “pájaro de cuenta" (y nunca mejor dicho), en algún
momento de nostalgia le daba por cantar
(o contar que viene a ser lo mismo).
De
hecho, cuando al Sr. Bárcenas le enseñaron la puerta de la “jaula”, no tuvo más
que ensayar unos “carraspeos”, como si estuviera aclarándose la garganta, para
conjurar cualquier riesgo de que un juez le pusiera en la situación de
“restringir su libertad de movimientos” (eufemismo que me espetó una vieja
amiga en relación con un señor que, en Suiza, se encontraba lo que aquí
llamamos “enchironado”).
No
debemos olvidar que, tanto el Sr. Bárcenas, como el Sr. Blesa son (aunque muy a
su pesar) algo así como el Hervé Falciani del PP y algunos grandes empresarios y en el disco duro de sus
respectivas molleras y (supongo una vez más) en los trasteros de sus respectivas casas de la sierra,
guardan a buen recaudo las “garantías” de su “presunta inocencia”
Por
eso todos los padres de la patria y ciudadanos ejemplares que antes he mencionado,
se han apresurado, no a “salvar al soldado Ryan”; Sino a sacar al pájaro de la
jaula, en evitación de riesgos innecesarios para la “marca España”
Me
alegra que el Juez D. Elpidio José Silva haya comprendido la gravedad del
asunto y se haya sometido a las reglas de juego.
La
legalidad ante todo.
Tiempo
tendrá este juez (u otro) de seguir tirando de alguno de los muchos hilos que
salen de estas madejas.
Y
para mártir de la judicatura ya tenemos al juez Baltasar Garzón Real, a quien en
cierto modo defenestraron y crucificaron justamente con los argumentos
contrarios a los que la Audiencia Provincial de Madrid ha utilizado para acusar
de desmesura y parcialidad a D. Elpidio José Silva
Finalmente
quiero señalar que en ninguna de las casas que mencioné al principio, aunque
había periquitos, jilgueros y hasta algún loro que según sus dueños “hablaba”
(aunque yo, al igual que me pasa actualmente con algunos políticos, no acertaba
a oír más que algunas onomatopeyas) en ninguna de esas casas, digo, encontré
jamás ningún buitre.
Supongo
que sería por el tamaño (y por el mal olor)
Saludos.
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