A
trancas y barrancas va uno llegando a la conclusión de que finalmente el
gobierno de la Comunidad de Madrid ha “recibido” ofertas para la «Gestión por concesión del servicio público de la atención
sanitaria especializada correspondiente a los hospitales universitarios “Infanta
Sofía”, “Infanta Leonor”, “Infanta Cristina”, del Henares, del Sureste y del
Tajo”». (BOCM
Núm.107 del martes 7 de mayo de 2013, pág.
162)
“Una empresa de Puerto Rico puja por tres hospitales privatizados en Madrid (Elena Herrera, Infolibre.es 8-VI-2013)
La
falta de información fiable y las informaciones contradictorias o dubitativas
sobre el número final de ofertas recibidas eran ayer perfectamente acordes con la
turbiedad y falta de transparencia que han presidido la gestión y desarrollo de
todo este proceso.
Ayer,
a la hora de finalización del plazo de presentación de ofertas tan sólo se
habían recibido ofertas para el hospital del Henares (Coslada) por parte de Sanitas y los de Vallecas
(Infanta Leonor) y del Sureste (Arganda) por parte de Ribera Salud.
Eso
significaba que habían quedado desiertas por falta de licitantes las ofertas de
los Hospitales Infanta Sofía (el de San Sebastián de los Reyes, mal llamado del
Norte) y los hospitales del Tajo y del Sur (Aranjuez y Alcorcón).
Incluso
a primera hora de la mañana se había barajado la posibilidad de que finalmente
nadie terminara presentando oferta alguna.
Sin
embargo, tras el suspense de toda la mañana, y los nervios de última hora,
cuando ya parecía seguro que tres de los hospitales quedarían sin pretendientes
ya que sólo se habían recibido ofertas para los otros tres, alguien de la
Comunidad de Madrid insinuó que tal vez se hubieran presentados ofertas en “otros
registros”.
Y parece que el susodicho “insinuante” tiene dotes proféticas porque finalmente,
según nos cuentan hoy los periódicos, se presentó (no sabemos dónde ni a qué
hora) una tercera oferta que “oh casualidad” corresponde exactamente a los tres
hospitales que a las 14:00 no habían recibido ninguna en el registro del SERMAS.
A
mí, que en muchas ocasiones y desde hace muchos años he presentado ofertas a
distintos concursos oficiales, me resulta enormemente llamativo (y sospechoso)
que la administración admita la presentación de ofertas en varios lugares
distintos.
Como
mucho (y eso es habitual) se admiten las presentadas antes de la hora del
cierre del plazo oficial en las oficinas de correos mediante “envío certificado”.
Y
mucho más en un concurso de la envergadura de éste en el que para colmo el BOCM
en la convocatoria publicada dice literalmente:
c) Lugar de presentación:
1º. Entidad: Servicio
Madrileño de Salud (Registro General).
2º Domicilio: Plaza Carlos
Trías Bertrán, número 7, bajo.
3º Localidad y código postal:
28020 Madrid
Si
el asunto no es fraudulento y motivo de impugnación, por lo menos resulta
bastante extraño.
Tanto
más cuanto que “milagrosamente” los distintos licitantes que ni se conocen ni
"por supuesto”, se han puesto de acuerdo para repartirse el pastel, han licitado
cada uno de ellos a un lote que no tiene “competidor” (O sea, que les garantiza
directamente la adjudicación)
No
sé muy bien que dice la Ley sobre eso de la “maquinación para alterar el precio
de las cosas” o la concertación de empresas para repartirse “el mercado”, pero este
“concurso” y su aparente conclusión emiten un marcado hedor a “mercancía
averiada”.
A
mí, a título personal y dado que no creo en los milagros ni las coincidencias
milimétricas, este asunto me huele a “pucherazo concursal”
Y me preocupa que una hasta hoy desconocida empresa cuyos responsables se autodefinen como “mercenarios de la salud” y denominan su trabajo “Industria de la Salud” (algo parecido a un Burger King sanitario) se hagan con el 42,34 % del total del contrato (1.981.586.219 € y 524.445 cartillas) presentando su oferta en un ignoto “registro” que no figuraba en el anuncio del Boletín Oficial donde se publicó la convocatoria del concurso.
Y me preocupa que una hasta hoy desconocida empresa cuyos responsables se autodefinen como “mercenarios de la salud” y denominan su trabajo “Industria de la Salud” (algo parecido a un Burger King sanitario) se hagan con el 42,34 % del total del contrato (1.981.586.219 € y 524.445 cartillas) presentando su oferta en un ignoto “registro” que no figuraba en el anuncio del Boletín Oficial donde se publicó la convocatoria del concurso.
Y
mucho más aún cuando de este “grupo empresarial” (HIMA San Pablo), pese a que
parece ser que se fundó en 1988 (hospital San Pablo Caguas), no se tienen
especiales noticias (en internet) hasta enero de 2011 en que empiezan a
publicar una serie de boletines digitales en los que, además de “ideología sanitaria”,
publicitan datos económicos (de su país y del resto del mundo), cursos y otros
variopintos “eventos”.
Quizá
soy excesivamente malpensado, pero no sé por qué me da la sensación de que, o
bien esta extraña oferta era un último cartucho de emergencia para el caso de
que las cosas “fueran mal” y no se presentaran otras; o, mucho peor aún, que
esta oferta sea el candidato “tapado” de D. Ignacio González y “allegados” y
venga gestándose desde aquellas lejanas fechas del viaje a Cartagena de Indias
que “nadie” espiaba, pero de la que mostraban a algunos de estos señores acarreando
bolsas a sus espaldas.
Que
me disculpen, pero es que soy un poco desconfiado.
Saludos.
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