4/5/13

Tiempo de reflexión (electoral)



A lo que se ve, a algún partido político le ha dado un ataque agudo de “democratitis” y va por ahí aconsejando al 15-M y otros movimientos antisistema (anti este obsceno e injusto sistema) que se transformen en partido político y se presenten a las elecciones:
("si quieren representar a la sociedad deberían entrar en el juego de la representación", ya que el sistema político español da cabida en las instituciones a las opciones minoritarias)
No vale la pena extenderse sobre la “cabida” que dan las instituciones a las opciones minoritarias (nacionalismos aparte); Pero quizá resulte útil poner el acento en el “hilo” que arrastran las “puntadas” de semejante invitación.
Para empezar, y a modo de “excusatio non petita”, debo aclarar que, de momento, tengo a gala no haber practicado jamás el llamado “voto útil”

Es más, a la vista de los hechos, pienso que si en alguna ocasión (y muchas hubo) lo hubiera hecho estaría todavía a estas horas lamentándolo.
Dicho esto: Y con independencia de que cada uno de nosotros tiene la obligación moral de “elegir” según su propio criterio y no según “lo que mejor convenga” o, peor aún “el mal menor”, me permito afirmar que dicha invitación a participar en el juego electoral es simplemente una manera (inteligente) de intentar dividir fuerzas en “la Izquierda”.
Política se hace desde muchos ámbitos y organizaciones. Y a estas alturas hay muchas y muy variadas.
Y, además, algunas de ellas, por su juventud, o por su coherencia histórica, no están lastradas por los vicios que inevitablemente generan el contacto con “el poder” o la necesidad de “competir” (electoral, social o mediáticamente).
Al PP, y también al PSOE, les haría mucha ilusión que surgieran uno o dos nuevos partidos por la izquierda que ayudaran a fragmentar (más aún) el voto dentro de esa jaula de grillos que somos “los progres” que nos la agarramos con papel de fumar (y hacemos bien) a la hora de criticar a “los nuestros” mientras otros nos levantan el santo y la limosna.
De momento las próximas elecciones que tenemos a la vista (si el PP no descarrila, cosa que bien podría ocurrir) son las Europeas del mes de junio de 2014.
Esas elecciones, que en general minusvaloramos, tienen, en mi opinión, un valor tremendo y suponen (por sus reglas electorales) una clara oportunidad de torcerles el brazo a los eurócratas,  a sus capataces y a sus amos (el sistema financiero y las grandes empresas).
Pienso dedicarle más adelante algún esfuerzo a intentar predicar sobre el particular y a informar sobre cómo funcionan dichas elecciones y el propio parlamento.    
Pero mientras me voy enterando de ello (porque yo tampoco sé demasiado) me gustaría lanzar una llamada de atención sobre lo que yo pienso que son las verdaderas intenciones de los consejos de la Sra. Cospedal y sus correligionarios.
Saludos.

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