10/4/11

Los islandeses dicen NO


Parece claro, los islandeses (es decir Islandia) han vuelto a decir NO al pago de las deudas del banco Icesave (filial del Landsbanki) a los “ahorradores” británicos y holandeses.


Pues yo, con todas la cautelas del mundo, me alegro.

Lo de las cautelas viene a cuento de que efectivamente resulta muy atractivo y fácil animar a los islandeses a “dar una patada al sistema” cuando los riesgos los corren ellos y no tú mismo. Pero en todo caso así es como yo lo veo.

En primer lugar, desde los ya lejanos tiempos de la invasión de Irak (que, digan lo que digan, fue una invasión) aprendí a traducir el lenguaje en el que “los medios de comunicación” nos “informan” (supongo que lo hacen “por nuestro bien”, para que durmamos más tranquilos), a raíz de mi espanto por el brutal trato propinado por los iraquíes el día 1 de abril de 2004 en la ciudad de Faluya a cuatro “contratistas” estadounidenses a los que, no contentos con haberlos matado, mutilaron, quemaron y arrastraron por las calles después de muertos y, finalmente, colgaron dos de sus cadáveres de la estructura de un puente sobre el río Eúfrates.

Un alto funcionario del Departamento de Estado norteamericano confirmó que los cuatro muertos eran estadounidenses y que trabajaban como contratistas en Irak.’

Obviamente, me “espanté”, cualquier persona en sus cabales y con un mínimo de sensibilidad lo haría.

Días después supe que el alto funcionario del Departamento de Estado norteamericano había olvidado el “pequeño detalle” de informar que los apacibles “contratistas” no eran otra cosa que mercenarios al servicio de alguna de las empresas “privadas” que EEUU contrató con dinero público para ayudar a la invasión y, supongo, hacer el trabajo sucio que no convenía al ejército.

En ningún caso se me ocurre justificar ni dejar de condenar semejante indignidad, pero “lo que nos contaron” era distinto de “lo que pasó”

Ahora, con los “ahorradores” británicos y holandeses, se me ocurre que vuelve a pasar lo mismo.

Mucho me temo que los bondadosos y confiados “ahorradores” británicos y holandeses no son otra cosa que fondos de inversión especulativos que sacaban buena tajada de los altos intereses que les ofrecían y, de paso, engordaban sus obscenos “sueldos” justificados por el “talento” que tan buenos “resultados” obtenía de la libertad de mercado que generaba riqueza y se “autorregulaba” solo; ya que sería el propio “mercado” quien castigaría, con las pérdidas, a quien corriera con riesgos excesivos.

Pues parece que los riesgos fueron “excesivos” y que, curiosamente, los responsables del “tinglado” pretenden que los paguen los ciudadanos.

Es decir: Las ganancias, los sueldazos, los intereses, los dividendos, las plusvalías, los “bonus” y las comisiones, son para “el mercado” y sus sumos sacerdotes; y las pérdidas las deberemos pagar los ciudadanos de a pié que ni cobramos, sueldazos, ni nos pagan intereses, ni comemos, ni bebemos, ni hemos participado en semejante francachela.

Bueno, pues lo dicho: Me alegro, y espero que los islandeses sigan diciendo NO aunque les amenacen con las “penas del infierno”.

Probablemente perderán la “ayuda” del FMI y no les dejaremos entrar en la UE.

Lo que pasa es que, visto lo visto, quizá esos “castigos” puedan resultar una “bendición” para los propios islandeses, como más o menos le pasó a Argentina cuando Nestor Kirchner, se negó a pagar la deuda argentina y el FMI dejó de facilitarle nuevos créditos (que finalmente terminaban en bancos suizos en las cuentas particulares de algunos conocidos capitostes locales).

Es más, aparte de desearles suerte a los islandeses (de momento a lo que se han negado, por segunda vez, es a un acuerdo que era bastante mejor que el primero que les proponían hace un año), deseo que los portugueses tomen nota y hagan lo mismo.

A Portugal (es decir a los portugueses) le están chantajeando en estos momentos para que garantice las ganancias de los bancos españoles, franceses, alemanes y de otros países aunque sea a costa de vender hasta la camisa y condenarse a sí mismos a vivir peor en los próximos 30 años.

Me gustaría saber qué pasa si también dicen NO. 

Portugal es “pequeñito” igual que Grecia, pero no tanto como Islandia y, además, ya está en la UE y en el Euro.

Veremos si Doña Mérkel, que gobierna Europa mirando únicamente el interior de su “refajo”, no se lo piensa dos veces antes de liquidar uno de los “borreguitos” de los que diariamente saca parte de la leche que bebe y la lana que le abriga.

Yo por mi parte, cuando nos toque (y nos tocará, si alguien no pone previamente “pie en pared”) prefiero el “desprestigio” de que el Santander o el BBVA incumplan sus compromisos “externos” a hipotecar el futuro de mis paisanos y el mío propio para que D. Emilio Botín, D. Francisco González y D. José Luis Rodríguez Zapatero, unos pocos, en suma, “queden bien”

He dicho.  

No hay comentarios: