Como quienes me conocen ya conocen suficientemente mis manías, e incluso
algunos han tenido que soportarme el “numerito” de rechazar el agua embotellada
en restaurante, o casa, de comidas (más frecuentemente estas últimas) no voy a
hacer mayores comentarios sobre el particular.
Simplemente envío mi agradecimiento a D. Eduardo Azurmendi por “testificar”
a mi favor en este asunto.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario