Algunos
hemos sido un tanto ingenuos al suponer que cualquier respaldo del PSOE al PP frente Europa iba a suponer su suicido
político (al PSOE).
Lo
pensábamos porque nos parecía muy crudo el intentar vendernos una nueva genuflexión
ante una Europa que nos obliga a reducir las pensiones, a vender las empresas
públicas, a seguir asfixiando a la economía productiva y a terminar de “gastar”
un crédito que los ciudadanos no queremos ni necesitamos y que tan sólo
consiste en enterrar un nuevo carretón de dinero (con aval público) en el pozo
sin fondo de la banca privada (española) a beneficio de la banca privada (europea).
Y,
lo pensábamos porque, además (ingenuos de nosotros), suponíamos que aún primaba
el sentido del pudor sobre el ataque de pánico provocado por las últimas
encuestas.
¡Pues
no!.
D.
Alfredo Pérez Rubalcaba, con muy buen criterio, ha debido llegar a la conclusión
de que la honra ya está prácticamente perdida. Pero los sillones pueden
mantenerse cómodamente.
Quizá
no los más apetecibles (como triunfadores); pero sí otros igualmente
confortables y remunerados como “oposición responsable” que, al estilo de la
Gross coalition alemana, permite “estar” actualmente a los liberales en el
gobierno alemán, igual que anteriormente permitió “estar” al SPD (socialdemocracia).
El
Sr. Rubalcaba (y allegados), que de tontos no tienen ni un pelo, deben haber
llegado a la conclusión de que puestos a tener que “templar gaitas” (pactar)
con una izquierda y otros grupos que lo primero que exigirán como condición
previa pueden ser sus propias cabezas, es preferible ofrecer los servicios a un
PP igualmente desacreditado y agónico que, por mucho batacazo electoral que se
pegue, siempre podrá montar con ellos un “apaño” a dos bandas y evitar de este
modo que le levanten los refajos y se descubra toda la roña de estos últimos
años (Y eso por no hablar del frío que hace fuera del poder).
Al
menos yo así lo veo.
Y
lo cuento para general conocimiento. Porque pienso que, al igual que yo, muchos
ciudadanos (especialmente sus votantes) están esperanzados en que el aparato
actual caerá por su propio peso y se podrá airear un poco su partido.
Mucho
me temo que, algunos, están intentando evitar ese “desastre” (para sus propios
intereses personales).
Y
estarán pensado aquello de “échame pan, y llámame perro”
Si
no es así; No término de entender esta noticia:
¡Cómo
será la cosa; Que hasta los nacionalistas les han dado la espalda!
Saludos.
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