Y,
en este caso, espero que no lo sea.
Supongo
que semejante cacicada no resulta legalmente posible.
Y,
por tanto, ningún funcionario de la Agencia Tributaria estará obligado a atender
dicha petición.
Es
más; Confío en que, si tal orden o petición se materializa, harán oídos sordos
y cumplirán con su deber haciendo lo que consideren conveniente y preceptivo.
Pero
el mero hecho de que un titular semejante aparezca en un medio de comunicación sin
que al día siguiente el propio gobierno presente una querella a dicho medio por
“difamación”, o la fiscalía denuncie ante los jueces dicha actuación (la del
periódico, porque supongo que no podrá denunciar al gobierno de quien depende)
le da visos de verosimilitud a dicha información.
Y,
si ello es así, me gustaría saber si alguien, con dos dedos de frente, algo de
vergüenza y medios para llevarlo a cabo, va a plantear una querella por
prevaricación contra el responsable de dicha “orden”, “petición” o lo que coño
sea.
Ni
me molesto en esperar de la dignidad de rey, la “casa (i)real”, o la propia
señora doña Cristina de Borbón, gesto alguno reclamando la igualdad de las leyes
para todos.
Lamentablemente
esas personas han caído tan bajo en la apreciación de muchos ciudadanos (entre
los que me incluyo) que no esperamos de ellos comportamientos distintos de los de
cualquiera de los “presuntos inocentes” que desde hace tiempo pueblan los
titulares de los periódicos y las salas de espera de los juzgados de
instrucción.
Veremos
en qué queda el asunto.
Saludos.
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