O
más bien debiera darles a quienes proponen y aprueban semejante mercadeo con la
dignidad de un país y su soberanía.
Ahora
resulta que cualquier ricachón, advenedizo, nuevo rico, o mero delincuente
común, podrá obtener el permiso legal de residencia, a condición -eso sí- de
que nos soborne con la adquisición de una propiedad inmobiliaria por importe de
500.000 Euros, o deposite una limosna (a devolver, y con intereses) metiendo
–temporalmente- dos millones de euros en el “cepillo” de la Deuda Pública.
Ese
mismo permiso de residencia que denegamos tajantemente a quienes ya residen, o
a quienes vienen a trabajar, o a estudiar a nuestro país, podrá obtenerlo
cualquier hampón, buscavidas, nuevo rico, o rico de toda la vida, simplemente
pagando una “mordida”; En unos casos al Estado y en otros a beneficio de los
promotores robaperas que, en alianza con los bancos, montaron (en su exclusivo
beneficio) el desastre económico y social que hoy vivimos.
Corrijo
el título: ¡Vergüenza debiera darles!
A
la gran mayoría de los ciudadanos ya nos la da. Y mucha.
Saludos.
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