12/5/13

Un recopilatorio muy necesario

Antes de entrar en materia quiero aclarar que, pese a la impresión que algunos puedan haber sacado de mi anterior texto, mi satisfacción por el resultado del Consulta por la sanidad es total.
Y ello con independencia de que sea poco partidario de echar las campanas al vuelo, o minimizar las carencias con las que nos hemos movido quienes hemos participado en su desarrollo y, sobre todo, quienes ha sido capaces de organizarla.
Dejo aquí constancia expresa de mi agradecimiento y felicitación a todos (organizadores y colaboradores, entre los que me incluyo) y mi deseo de que seamos capaces, en los próximos días, de darle al Gobierno (regional y nacional) una lección de rigor, transparencia y eficacia con el manejo de los resultados.
Dicho esto, entro al motivo de estas líneas que no es otro que llamar la atención sobre un oportuno y bastante bien documentado artículo de Paula Díaz en Público, en el que hace un repaso histórico del “sordo proceso” legislativo que, desde mediados de los años 80, nos ha traído hasta el lamentable escenario actual.
A veces con la participación, el apoyo o incluso la iniciativa de partidos y sindicatos que hoy se lamentan de los lodos que pisamos, sin querer recordar las lluvias que los “trujeron” y de las que algunos son, en parte, responsables.
No es demasiado extenso y sí muy conveniente para poder entender el silencioso proceso legislativo que, amparado en el desconocimiento, el desinterés, o la conveniencia de algunos de nuestros representantes políticos y sindicales, ha metido al sistema sanitario público de nuestro país en una encerrona legislativa  y mercantil de la tardaremos bastante en salir y, además, lo haremos con graves desgarros.
Ahí queda:

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