Tentado
he estado de tomar literalmente prestado el título del opúsculo (nunca mejor dicho) de
D. Francisco de Quevedo titulado “Gracias y desgracias del ojo del culo” añadiéndole
la coletila “de la externalización sanitaria”.
Pero finalmente
lo he abreviado suprimiendo la nota escatológica y queda como invariante para éste y sucesivos
comentarios acerca de las consecuencias del desmantelamiento y saqueo del
sistema público sanitario.
Lamentablemente
serán más las “desgracias” (cuando no tragedias) que las “gracias”. Pero es que
la realidad suele ser muy “cabezota”
La
información de hoy, pese a su aparentemente desenfadado título “los cirujanos de
Tomelloso no tienen batas para cambiarse”, que la enmarcaría dentro del género
de la comedia, corresponde realmente -y como poco- al “drama”; Porque el menor
problema (con ser grave) sería la falta de “lencería” quirúrgica, en tanto que
el resto de los hechos que se relatan, aparte de la incompetencia, cutrez y
miseria moral que destilan, son todos ellos pasos decididos (aunque torpemente
dados) hacia la desaparición de ese servicio básico que es la Sanidad pública.
Quien
lo lea, que no deje de “pinchar”, al final del texto en el enlace “ver documento
íntegro” en el que se reproduce, con su sello de registro, la carta que da
origen a esta información.
Saludos.
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