7/4/13

”E la nave, va'' (elecciones italianas V)



Aunque recientemente cancelé la suscripción del diario El País(Tanto para cumplir con las instrucciones de austeridad de “la Troika”, como por no querer contribuir con mi dinero al extravagante sueldo de D. Juan Luis Cebrián, ni a los beneficios del Tea Party estadounidense), debo reconocer que sigue siendo un gran periódico.
Afortunadamente lo suelo leer en la cafetería donde diariamente desayuno y también en internet (gran invento).
Ahí es donde he localizado uno de los escasos comentarios que rompe el manto de silencio sobre la política italiana.
Aunque el texto es aparentemente informativo más que de opinión, no le falta una pizca de intención para que, poco a poco, nos vayamos concienciando de las siguientes “enseñanzas”:
  (Y principal) Con los resultados actuales “no hay salida” y no se podrá gobernar el país. (Ergo hay que convocar nuevas elecciones)
"Pier Luigi Bersani es una estrella que “declina” frente a  “Matteo Renzi, joven alcalde de Florencia, estrella política en pleno ascenso y posible futuro candidato del centroizquierda a primer ministro” (La izquierda no tiene una dirección clara, ni está unida)
  Los “grillini” no son de fiar. Y su formación se comporta como una jaula de “ídem” (Luego no vale la pena votarles y perderán apoyos en las próximas elecciones).
  “En el Pueblo de la Libertad (PDL), la postura oficial de Silvio Berlusconi —rechazo a nuevas elecciones, pacto de coalición con el PD— empieza a ser cuestionada por sondeos que dan al centroderecha en claro avance y probable ganador” (Gentes de orden: No malgastéis vuestro voto en aventuras no vaya a ser que vuelva Berlusconi. Es decir: Apoyad a Mario Monti.).
Pese a semejante panorama, yo sigo opinando que “E la nave va . . . “ y, aunque finalmente se estrelle contra la escollera de la frivolidad de unos (algunos grillinis que se creen químicamente “puros” y piensan que los italianos les van a llevar en hombros hasta el “Palazzo Chigi”)  y la falta de grandeza moral de otros (Mario Monti que no moverá un solo dedo si no es para una coalición que quede atada de pies y manos a las decisiones de Europa”), el actual periodo de "indefinición"(si Bersani y el PD no nacen las cosas demasiado mal)  no habrá sido tiempo perdido.
Y si finalmente, ante la imposibilidad de realizar reformas por la falta de apoyos de unos y otros, se convocan unas nuevas elecciones, es muy probable que los ciudadanos italianos recuerden quienes han sido los que han puesto palos en la rueda de la gobernabilidad y obren en consecuencia.
Porque, pese a lo endiablado e injusto del sistema electoral, si una cosa había quedado clara en las anteriores elecciones, es que los italianos también están hasta la coronilla de recortes, privatizaciones, rescates bancarios y órdenes de “la Troika”.
Y, además, vendría a acreditarse que (pese al estruendo de las trompetas de Jericó del mundo financiero, el BCE y la Sra. Mérkel) el mundo no se acaba, ni Italia ha desaparecido del mapa.
Yo así lo veo.     
Saludos.

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