La desfachatez con la que algunos representantes del
gobierno se despachan en sus manifestaciones públicas es notoria y, lamentablemente,
nos vamos acostumbrando a ello.
Pero es que, además de “cara dura”, hacen gala de
desprecio a la inteligencia de los ciudadanos.
Están convencidos de que somos imbéciles.
Y, lo grave es que con nuestra falta de respuesta,
les estamos dando la razón.
Pasen y vean:
Y
el tipo se queda tan ancho.
Nos
dice que nos piensa subir los impuestos a los ciudadanos de a pié y que “para
compensar” se los bajará a los empresarios.
Y
nosotros, como si no fuera con nosotros.
La
gravedad del asunto (obviando lo que tiene de insulto a la inteligencia), está
en que, aparte de lo injusto de “quitar a los pobres” para “dar a los ricos”
(perdón por la simplificación), el mayor daño vendrá después cuando, a base de
rebajar las cotizaciones sociales, la Seguridad Social no pueda hacer frente a
sus obligaciones económicas.
No
es que no se hayan dado cuenta.
Es
que eso es exactamente lo que pretenden: Descapitalizar la Seguridad Social hoy
(regalando el dinero a los empresarios) para mañana proclamar que el sistema es
“insostenible” y privatizarlo.
Y
nosotros, tan mansos, como siempre.
Apasionados
por las pitadas al príncipe, o poniendo a caer de un burro a los funcionarios,
esos privilegiados a los que no se puede despedir si previamente no se les abre
un expediente.
Así
nos va, y así nos va a ir.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario