Titulo este
texto con el numerativo (I) por mi convencimiento de que, lamentablemente, no
será la única vez que vuelva a referirme a este mismo asunto.
En
esta ocasión hago referencia a un más que recomendable artículo que D. Federico
Quevedo (periodista de cámara de don Mariano Rajoy Brey) publica hoy en el poco
sospechoso (para la derecha económica) medio El Confidencial.com.
Me
ha sorprendido por la azotaina que el citado periodista propina a su idolatrado
y siempre bien considerado ídolo político.
También
me ha sorprendido la lucidez con la que analiza tanto el proceso que nos trajo
hasta aquí, como la propuesta que hace de “amenazar con salir del Euro”.
Y
me sorprende mucho más aún el hecho de que estoy en todo de acuerdo con el
contenido y la propuesta de dicho artículo, salvo dos matizaciones:
La
primera es: Que no considero que el gasto público sea desorbitado. Más bien me
parece escaso y ello con independencia de que hayamos malgastado mucho en
comisiones, corrupciones, aeropuertos sin aviones, AVE’s sin pasajeros,
autopistas sin viajeros, embajadores autonómicos sin nada que “embajar” y otros delirios
propios de la borrachera de liquidez que los camellos del mundo financiero nos
entregaban, aparentemente a cambio de nada.
La
segunda es que, además de “amenazar con salirnos del Euro”, tenemos que estar
dispuesto a hacerlo.
Amagar
y no dar, es el primer paso para que a uno le pierdan el respeto y, ayuda poco
a recuperarlo cuando, como es nuestro caso, ya nos lo han perdido.
Personalmente,
y pese a haber sido (y seguirlo siendo) un notable entusiasta, de Europa y del
Euro, he llegado a un punto en el que no tengo más remedio que dar la razón a
otros, mucho más documentados que yo, que en su día lo consideraron un error.
Me
gustaría seguir dentro de la Unión Europea. Pero no al precio que, algunos a
quienes nunca hemos elegido, pretenden cobrarnos.
Vale
la pena leer el “repaso” que el Sr. Quevedo, le da a “su señorito”. (Ignoro si
el asunto tiene alguna otra trastienda).
Saludos.
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