6/3/11

Más lucidez no cabe (y eso que es poeta)


Tropiezo esta mañana en “el Público” con el acostumbrado artículo de Luis García Montero, que habitualmente suelo leer con el interés que merecen las opiniones bien argumentadas, incisivas, sugerentes, desinteresadas (por honestas) y, además, bien escritas.
Pues bien, la de este domingo titulada  “El oficio de contar las cosas” vuelve a ser una ocasión de gozar con un breve instante de lectura y, sobre todo, de meditar sobre el (posiblemente) peor de los robos que hemos sufrido, en general sin percatarnos. Y, en muchos casos, cuando nos hemos percatado, sin valorar el alcance de dicho expolio.
No están robado “la palabra” y ya no podremos cantar aquel poema de León Felipe (poeta, pobre, viejo y feo, decían en el disco de Aguaviva) que decía:

Hermano . . ., tuya es la hacienda, la casa, el caballo y la pistola . . .
Mía es la voz antigua de la tierra.
Tú te quedas con todo, y me dejas desnudo y errante por el mundo . . .
más yo te dejo mudo .  .  . ¡mudo!
y, ¿cómo vas a recoger el trigo y alimentar el fuego, si yo me llevo la canción?
No están robando “la canción” y, con ella en sus manos, nos están adormeciendo de modo que, cada vez más, ignoramos, quienes somos, qué queremos y a dónde vamos.
El artículo es muy cortito y, como digo, muy agradable de leer.

No hay comentarios: