25/2/11

De “obligada lectura”


Realmente no hay nada que “leer” ya que se trata del vídeo de una conferencia (completa, dura casi hora y media + ¼ de, interesante, coloquio) pronunciada por un señor Joan Melé en la Escuela de Organización Industrial.
Imagino que, tras leer estas 3 líneas, ya habrás decidido que “gracias por la sugerencia, pero no andan los tiempos para malgastarlos”.
De acuerdo esa es una de las muchas ventajas que nos proporciona la tecnología; podemos subir al Everest o descender a la fosa de las Marianas, sin movernos del sofá, si así nos apetece, o ignorar el “fin del mundo” o la realidad que nos rodea, si nos resulta molesta, o “aburrida”.
Estás a tiempo de dejarlo, pero te informo que, si cometes el “error” de continuar leyendo, puedes terminar “perdiendo” un par de preciosas horas de tu, sin duda, “apasionante” vida.
Vayamos por partes.
En primer lugar: agradecer a un amigo, mucho más joven que yo (se le pasará, con el tiempo) el haberme enviado este enlace. Gracias Daniel.
En segundo lugar: decir que desconocía al señor Joan Melé y, “oh maravilla de la tecnología”, en un instante averiguo que es un ex-alto ejecutivo de la banca tradicional (Caixa Catalunya, hoy poco menos que a los pies de los caballos por sus fantasías inmobiliarias) que, tras 30 años conviviendo y formando parte (importante) del “sistema financiero”, fichó por Tríodos Bank (banca ética) donde en la actualidad parece ser que trabaja como Subdirector.
En tercer lugar: dado que doy por muy probable que no tengas ánimo para escucharte íntegramente la conferencia, dejar constancia de una contradicción en la que todos habitualmente, (cotidianamente, casi), caemos y es que, por un lado tenemos la sensación de “no tener tiempo para nada” y, a la vez, andamos permanentemente “apuntándonos” a actividades, diversiones e “inventos” varios que, además de no satisfacernos especialmente, nos cuestan dinero y nos convierten en esclavos de unos compromisos que, muchas veces, “nos tocan las narices”.
Tener tiempo libre, no tener nada especial que hacer y, por tanto, poder hacer lo que a uno le dé la gana, está, curiosamente, desacreditado en nuestro entorno actual.
Así que imagino que, en lugar de asistir, desde tu casa, cómodamente sentado y con una cerveza en la mano, a una conferencia que habla de valores morales y rasca la "mugre" que recubre y enmascara la práctica totalidad de los mensajes que nos llegan y nos van narcotizando poco a poco para que seamos nosotros mismos quienes supliquemos (por nuestro propio bien) que nos rebajen los sueldos, las pensiones y los insostenibles derechos que durante 60 años sacaron al mundo occidental de la miseria de la postguerra y actualmente obligan a los altos ejecutivos de las grandes empresas y la banca a “limitar” sus planes de pensiones y sus “bonus” honradamente ganados a base de arruinar al prójimo, puedes perfectamente ponerte a rastrear por los canales de la televisión o navegar en internet a ver si encuentras algo “que ver”.  Tú mismo.
Paro aquí. Porque, si no, va a resultar más largo mi discurso que la propia conferencia.
Me la he escuchado y aunque un tanto monocorde en el tono expositivo, en general, no tiene casi desperdicio, incluso, hacia el final, incluye algún afortunado “gag” como el de “la asquerosis múltiple”.
Puedes abordarla tanto como una (buena) clase de Filosofía, como de Ética, o, simplemente, como un notable ejercicio de lucidez.
Aunque no despotrica contra el sistema, su crítica, por educada, razonada y documentada, resulta bastante más eficiente.
Efectivamente, como dice un refrán “no hay peor cuña que la que se hace con la misma madera”   

También, aunque creo que ya la ofrecí hace tiempo, adjunto la dirección de Tríodos Bank por si quieres saber qué es eso de la “banca ética” (Oxímoron similar al de “inteligencia militar”, creo que afirmé en su día)

Un banco ético 

 

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