6/7/13

SIN-vergüenzas


El hecho no merece mayor comentario.
No porque no resulte extremadamente grave, sino simplemente porque se comenta por sí mismo.


Mucha debe ser la sensación de impunidad y muchas las prisas por meter la pezuña en el hospital cuando ya ni siguiera se molestan en guardar las apariencias de legalidad.
Espero que alguien se tome la molestia de documentar adecuadamente estos hechos y denunciarlos ante las instancias que corresponda.
Pero para ello, como para casi todo, hace falta la determinación de ciudadanos con nombre y apellidos (y sin miedo) que ratifiquen la información y suscriban las denuncias.

Si queremos parar este saqueo no tenemos más remedio que convertirnos en “vigilantes” y “denunciantes (y ¡ojo! que no estoy diciendo delatores, ni chivatos) todas y cada una de las personas que componemos la sociedad civil:
Empezando por los propios trabajadores que son quienes tienen mayor y más temprano conocimiento de este tipo de actuaciones.
Continuando por los pacientes, que hoy ven como a sus camas del “hospital público” les ponen una sábana con el logotipo de una empresa privada (ajena al hospital) y, mañana, cómo  les derivan una prueba diagnóstica, o una intervención, a un hospital distinto del suyo.
Y terminando por el resto de los ciudadanos a quienes también nos están robando el derecho a la salud para  engordar las cuentas de beneficios de determinadas sociedades mercantiles.  
Todos nosotros tenemos que perder el miedo a denunciar (lo que sea denunciable) y hacernos el firme propósito de no transigir ni, por pura pereza, dejar de exigir información a nuestros propios médicos y enfermeros que nos conocen de siempre y poco pueden hacer si nosotros mismos nos limitamos a “agachar la orejas” e ir donde “nos manden” aunque sepamos de sobra que no nos conviene.
Ahí queda este comunicado remitido por  la  Plataforma por la Mejora y Defensa de la Sanidad Pública del Henares y firmado con nombres y apellidos que facilitan también sus números de teléfono.
Aplaudo su decisión y pienso que debiéramos empezar a organizarnos para plantear  (pacífica y legalmente) una férrea defensa de los derechos que, con estos comportamientos y estas políticas nos están, lisa y llanamente, robando.

Saludos.  

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