No
se trata de unas declaraciones impactantes, ni tampoco “brillantes”.
Son
simplemente las reflexiones, modestas, sosegadas y desdramatizadas, de una
mujer a quien ni siquiera conocemos pese a que es la “copresidenta” del “Parti de
Gauche” (Jean-Luc Mélenchon) un partido que forma parte del “Front de Gauche”, que a su vez (junto con otros 5 partidos más,
incluido el Comunista) viene a ser algo así como la Izquierda Plural de nuestro
país.
A
mí se me antoja que en esa humildad, en el discurso tranquilo y en ese
pragmatismo, que en absoluto renuncia a los ideales aunque camine con los pies
pegados al suelo, están las claves para poder -poco a poco y sin retrocesos- ir
avanzando por el camino de la “deconstrucción” del actual sistema económico (el
capitalismo).
Hace
ya unos cuantos años, cuando con mis compañeros nos encontramos ante la
necesidad de demoler un edificio (para reconstruirlo en su propio lugar y para
sus propios moradores) empecé a entender la diferencia entre demolición (pura y
dura) y “deconstrucción”
Debo
confesar que, en aquella ocasión, finalmente y a nuestro pesar, demolimos.
Pero
desde entonces -y aún más ahora- comprendimos que la deconstrucción es un
proceso mucho más racional. Y social y medioambientalmente más provechoso.
Su
inconveniente es que es más lento, menos
espectacular y, a corto plazo, más caro.
Pues
bien: Me parece que “en política” ocurre algo parecido.
Saludos.
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