4/12/12

¡Sublime, maestro!

Quizá sea por lo que me afecta personalmente; pero el artículo que hoy publica el catedrático D. Juan Torres López en Público.es me parece muy esclarecedor y digno de lectura y reflexión.

Tanto para los papanatas e izquierdosos que tienden a confundir “el culo con las témporas”, como para los jóvenes cachorros egresados de las “escuelas de negocios” (¿de qué negocios?) que  salen a “comerse el mundo” convencidos de que lo que importa es “crear valor”. No importa en qué, ni a costa de qué.
Recomiendo “invertir” (palabra hoy bastante desacreditada debido al abuso que de ella hacen los buscavidas y algunos ladrones) los escasos tres minutos que precisa su sosegada lectura y reflexionar si no estamos bastante ciegos a la hora de enjuiciar algunas cuestiones.
A título personal me proclamo de ese grupo de “empresarios” (aunque sea de vía estrecha) que he procurado que mi trabajo y el de mis compañeros tuviera siempre una utilidad social; que en la medida de lo posible no contribuyera a la degradación del planeta; que se mantuviera al margen de los favoritismos y la corrupción; y que, dentro de nuestra “magra” economía y muy limitados recursos fuera, un lugar de trabajo amable y respetuoso con las personas (de dentro y de fuera).
Evidentemente no nos ha lucido mucho el pelo; pero puedo asegurar que, con independencia de cómo termine la aventura, ha valido la pena.  
Ahí queda a disposición de quien guste.
Saludos.

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