31/10/12

Estupideces

Por si no fuera suficientemente  lamentable la irresponsabilidad de algunos de nuestros políticos que andan agitando los bajos instintos del personal con el pretexto del nacionalismo catalán, algunos otros pirómanos se apuntan a avivar ese fuego (fatuo) con iniciativas y actitudes que pueden calificarse de cualquier cosa menos de inteligentes y respetuosas.

Traigo a colación solamente dos, pescadas al vuelo en la prensa de hoy:
Ignoro quien es el "lumbreras" gallego que alardea de haber decidido sacarse un ojo propio para ver si otros se quedan ciegos.
Porque doy por sentado que si, hasta hoy, compraba los uniformes a una empresa catalana, no lo hacía por solidaridad interregional; sino, supongo, porque se trataba de un buen producto que satisfacía sus necesidades.
Suponiendo que dicho sujeto fuera “hostelero”, quizá, con un poco de suerte (y su propia publicidad), pueda conseguir que otros lumbreras catalanes, enterados de su desaire, decidan no pisar su establecimiento pese a que probablemente sea un negocio “decente” donde se trata bien a los clientes.

O incluso, quizá, una vez hecho público el agravio, los más nacionalistas decidan castigar al culpable boicoteando a Galicia entera y absteniendose de adquirir productos gallegos y viajar a esta comunidad de hermosos paisajes, buena comida y gentes hospitalarias.
Mirándolo en su conjunto, algo así como aquello de "el que asó la manteca”
Otro ejemplo lo saco del inteligente ( y no lo digo con segundas) comentario de un señor que suplica que “No le digáis a mi madre que soy federalista” (Siscu Baiges, eldiario.es, 31-X-2012)

Breve, lúcido y divertido texto en el que pone de relieve la estrechez de miras de muchos que se llenan la boca con las palabras respeto, solidaridad y libertad de elección, mientras se comportan como vulgares paletos.
Afortunadamente, como decía esta mañana Elvira Lindo en la “última” del El País empezamos a ser mayoría (por primera vez) los ciudadanos que hemos decidido no hacer el juego a los provocadores de uno y otro signo que nos azuzan a la descalificación, la revancha, el menosprecio, o directamente la amenaza contra quien no sostenga su postura.
Afortunadamente empieza a importarnos un carajo, no la Independencia de Cataluña, que, aunque improbable, es un derecho legítimo que asiste a sus ciudadanos, sino la utilización de dicho debate para tapar las vergüenzas de sus promotores de uno y otro “bando”
Yo me permito afirmar que esos comportamientos son estúpidos y estériles, o quizá algo peor. Y sólo sirven al interés de los ladrones que, mientras tanto, nos están robando el presente, el futuro y la dignidad.
Y confieso, junto con el señor Siscu Baiges, que también me tengo por “federalista” aún sin saber del todo lo que eso significa, pero entendiendo que se trata de “un instrumento para resolver el encaje entre comunidades y de repartir de forma correcta y solidaria sus ingresos e inversiones”, libremente aceptado (añado).
Y me posiciono junto a esos ciudadanos que, como dice Elvira Lindo, andamos más preocupados por el saqueo de nuestros derechos civiles (los de los catalanes, los murcianos, los trabajadores, los parados, los nacidos en Chamberí y los que llegaron en patera), que por atender los señuelos que una serie de robaperas y animales de bellota políticos nos lanzan para que no miremos como, entretanto, nos roban la cartera, de los derechos, de las ilusiones, de nuestro presente y del futuro, nuestro y de nuestros descendientes.
Intentaré no entrar a ese trapo.
Saludos.  

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