Hace
ya muchos años (más de 20) escuché por primera vez la expresión “los
experimentos en casa, y con gaseosa”.
Su
autor fue D. José Luis Corcuera Cuesta, a la sazón Ministro del Interior del
gobierno. Y se refería a alguna propuesta relativa al cambio de la política
antiterrorista que por aquel entonces estuviera desarrollando dicho Gobierno.
Viene
al caso tal recordatorio cuando me pongo a pensar que exactamente “eso” es lo
que los mercados, el FMI, el BCE, la Troika, y Doña Mérkel están haciendo con
Grecia.
Hoy
probablemente terminaremos la jornada con la noticia de que Nueva Democracia
(el PP), El Pasok (el PSOE) y algún otro partido más, haciendo gala de un
patriotismo que no tuvieron cuando engañaron a la UE y a sus propios ciudadanos
falseando las cuentas para colarse en el Euro, comprando ingentes cantidades de
armamento que, ni necesitaban, ni podrían pagar, u obligando a asumir a sus
propios ciudadanos las deudas de los bancos griegos, han llegado a un acuerdo
para “salvar al país y evitar su destrucción”.
Me
recuerda a cuando D. José María Aznar desde el balcón de Génova 13 coreaba
aquello de “Pujol enano, habla castellano” cuando todavía creía que podría
gobernar sin Conveniencia y Unió.
Tardó
sólo un par de semanas en empezar a hablar catalán en la intimidad cuando, ante
el riesgo de que volviera a gobernar el PSOE, aunque fuera en minoría, le
llamaron D. Carlos Ferrer Salat y D. Emilio Botín (entre otros) para recordarle
que “con las cosas de comer no se juega”
Hoy,
imagino, esa misma “gente” (con diferentes nombres) habrá mandado a Atenas
el correspondiente “ukase” advirtiendo a unos y a otros que eso de la
democracia está muy bien. Pero sólo, "mientras sale bien".
Y
que no es cosa de andar enredando con la convocatoria de unas nuevas elecciones
donde, con un poco de mala suerte, se le termine viendo aún más el trasero al
“sistema” y los griegos puedan tener la tentación de darle una patada al
tablero toda vez que saben que tienen la partida perdida.
Eso
no es prudente. Lo mejor es seguir jugando esta misma partida, y seguir pagando, unos (los griegos) y cobrando, los otros (los bancos)
Y,
a lo mejor, un día, si hay suerte, y, si se portan bien, tal vez, quizá, . . .
puedan empezar a perder algo menos.
Lo
de “los experimentos en casa, y con gaseosa” viene a cuento de mi convicción de
que al sistema se le está yendo la mano con Grecia y podemos tener un reventón,
pero incluso así, ésto forma parte de un "experimento".
Se
trata de saber cuánto daño le puedes infligir a un país, o a un pueblo, antes de que decida
romper la baraja.
Y eso hay que hacerlo con un “pequeñín” cuya posible patada
no te vaya a partir las espinillas.
Y eso, por distintos motivos, no puede hacerse con Portugal, ni con España ni,
mucho menos, con Francia.
Así
que, a ver hasta donde aguantan, sin que se rompa la cuerda.
Aunque
no les envidio, le deseo suerte y coraje al pueblo griego.
Parece
que vamos estando menos “ariscos”
Saludos.
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