14/5/12

Grecia (el laboratorio) un ejemplo del “abuso de menores”

Hace ya muchos años (más de 20) escuché por primera vez la expresión “los experimentos en casa, y con gaseosa”.
Su autor fue D. José Luis Corcuera Cuesta, a la sazón Ministro del Interior del gobierno. Y se refería a alguna propuesta relativa al cambio de la política antiterrorista que por aquel entonces estuviera desarrollando dicho Gobierno.
Viene al caso tal recordatorio cuando me pongo a pensar que exactamente “eso” es lo que los mercados, el FMI, el BCE, la Troika, y Doña Mérkel están haciendo con Grecia.
Hoy probablemente terminaremos la jornada con la noticia de que Nueva Democracia (el PP), El Pasok (el PSOE) y algún otro partido más, haciendo gala de un patriotismo que no tuvieron cuando engañaron a la UE y a sus propios ciudadanos falseando las cuentas para colarse en el Euro, comprando ingentes cantidades de armamento que, ni necesitaban, ni podrían pagar, u obligando a asumir a sus propios ciudadanos las deudas de los bancos griegos, han llegado a un acuerdo para “salvar al país y evitar su destrucción”.
Me recuerda a cuando D. José María Aznar desde el balcón de Génova 13 coreaba aquello de “Pujol enano, habla castellano” cuando todavía creía que podría gobernar sin Conveniencia y Unió.
Tardó sólo un par de semanas en empezar a hablar catalán en la intimidad cuando, ante el riesgo de que volviera a gobernar el PSOE, aunque fuera en minoría, le llamaron D. Carlos Ferrer Salat y D. Emilio Botín (entre otros) para recordarle que “con las cosas de comer no se juega”
Hoy, imagino, esa misma “gente” (con diferentes nombres) habrá mandado a Atenas el correspondiente “ukase” advirtiendo a unos y a otros que eso de la democracia está muy bien. Pero sólo, "mientras sale bien".
Y que no es cosa de andar enredando con la convocatoria de unas nuevas elecciones donde, con un poco de mala suerte, se le termine viendo aún más el trasero al “sistema” y los griegos puedan tener la tentación de darle una patada al tablero toda vez que saben que tienen la partida perdida.
Eso no es prudente. Lo mejor es seguir jugando esta misma partida, y seguir pagando, unos (los griegos) y cobrando, los otros (los bancos)
Y, a lo mejor, un día, si hay suerte, y, si se portan bien, tal vez, quizá, . . . puedan empezar a perder algo menos.
Lo de “los experimentos en casa, y con gaseosa” viene a cuento de mi convicción de que al sistema se le está yendo la mano con Grecia y podemos tener un reventón, pero incluso así, ésto forma parte de un "experimento".
Se trata de saber cuánto daño le puedes infligir  a un país, o a un pueblo, antes de que decida romper la baraja. 
Y eso hay que hacerlo con un “pequeñín” cuya posible patada no te vaya a partir las espinillas.
Y eso, por distintos motivos, no puede hacerse con Portugal, ni con España ni, mucho menos, con Francia.
Así que, a ver hasta donde aguantan, sin que se rompa la cuerda.
Aunque no les envidio, le deseo suerte y coraje al pueblo griego. 
Parece que vamos estando menos “ariscos”  
Saludos.

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