Desgraciadamente,
a mi juicio, no por decisión libre y voluntaria de sus protagonistas, “los
“ahorradores” (no confundir con “inversores”, que es un término desacreditado
por su acreditado mal uso), sino por pura necesidad de supervivencia
En
octubre pasado sugerí la necesidad de Matar
de hambre a la Bestia
entendiendo
por tal “bicho” al mundo financiero parasitario (ése que compra y vende dinero
para, supuestamente, producir dinero) que, a causa de su desmesurado tamaño necesita,
para sobrevivir (sueldos y bonus extravagantes, beneficios astronómicos y nulo
pago de impuestos) la totalidad, o más, de lo que la economía real será capaz
de producir en los próximos 30 años.
Es
tan grande su tamaño que resulta inmanejable y además “todos” (incluido un
servidor que es “medio pobre”) somos, en muchos casos sin pretenderlo y, en
muchísimos más, sin siquiera sospecharlo,
parte de ella (la Bestia).
Cometimos
el error de pretender “invertir” en lugar de “ahorrar” y los gobiernos, de uno
y otro pelaje, favorecieron la confusión regalando exenciones de impuestos a
los Planes de Pensiones y Fondos de Inversión que recogían periódicamente
nuestros ahorros (billetes de curso legal, generalmente ganados honradamente) y
tras apuntarse el “mérito” del 15% de impuestos que nos regalaba papá Estado, convertían
nuestro ahorro en “inversión”.
Es
decir sustituían los papelitos del BCE (billetes de banco) que le entregábamos
por otros papelitos (títulos, derivados, participaciones preferentes,
hipotecas, . . .) que ellos mismos fabricaban.
Por
supuesto, nos cobraban su trabajo (y su talento), en forma de comisiones diversas
(de depósito, de gestión, de reembolso, de . . .), aunque para ello preferían
los papelitos del BCE (billetes de banco).
Bueno,
pues a lo que parece estamos empezando a dejar de alimentarla El
desempleo provoca una fuga de 681 millones en los planes de pensiones privados (El Confidencial 25-V-2012).
Ya
digo que probablemente será más por pura necesidad que por convicción, pero
quizá no estaría de más meditar sobre el particular y dejar de seguir
entregando armas “al enemigo”.
Si
seguimos por ese camino el globo se irá desinflando y bajando poco a poco a
tierra.
Entretanto,
el afortunado que tenga capacidad de ahorrar que ahorre pero que no ponga
sus dineros en manos de semejantes gaznápiros y robaperas.
Existen
cosas tan viejas y bien acreditadas como las “imposiciones” (a la vista o a
plazo fijo) que están garantizadas por el Estado hasta un importe de 100.000 €
por persona y banco y, también, la Deuda Pública, que está al alcance de
cualquiera que disponga de 1.000 € durante un plazo (a elegir) que va desde los
6 meses hasta los 30 años.
¡Ah!:
y que nadie piense que el “Sistema” se derrumbará por ello (por nuestra culpa).
Probablemente
ya esté derrumbado y aún no nos lo dicen, pero no será por falta de nuevas
aportaciones.
En
ese “negocio” de los Planes de Pensiones por capitalización el dinero debiera estar
ahí, puesto que previamente se ha ingresado.
Y
si no lo está, quizá debiéramos llamar a la Fiscalía.
Saludos.
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