1/11/11

Quisiera equivocarme

Parece mentira que, a mis años, todavía no haya escarmentado y siga creyendo que basta con que “algo” sea justo, o razonable para que “ocurra”
Me estoy refiriendo al referéndum griego.
No al resultado, que eso es cosa de los ciudadanos de ese país y en ello no me meto aunque ya haya explicitado mis “preferencias”.
No, me refiero a la posibilidad de que dicho referéndum no llegue siquiera a convocarse.
Quisiera equivocarme aunque, visto el “panorama”, mucho me temo que D. Georgios Papandréu no conseguirá los 151 votos parlamentarios que necesita para poder convocarlo.
Hasta hoy mismo su grupo parlamentario disponía de 153 escaños pero, esta misma mañana, tras la salida “en tromba” de todos los mandamases de los países que “de verdad” mandan en los distintos foros políticos (que no en los “mercados”) y demás organismos “independientes” (de la ciudadanía), la diputada  Doña Milena Apostolaki se ha declarado “independiente”.
Horas después la prensa económica (neoliberal, por más señas) atiza la hoguera anunciando (por si cuela y cunde el ejemplo) la supuesta dimisión  de la, también diputada, Doña Eva Kailí y las críticas de la, nuevamente también diputada, Doña Vaso Papandréu. 
Se trata de crear el ambiente para evitar la convocatoria.
Tal y como mencionaba ayer las amenazas han comenzado, pero mucho antes de lo que yo creía y no por donde yo, ingenuo de mí, pensaba (los ciudadanos), sino por los diputados.   
Está claro, la mejor garantía de no perder el referéndum es que no llegue a convocarse y en eso están.

Salvando las diferencias, a los griegos este viernes les espera una encerrona similar a la que nos tendieron a los ciudadanos españoles con la reforma del artículo 135 de la Constitución (aprobada, como vulgarmente se dice “por el artículo 33”).
La diferencia es que, en este caso, el “Sr. Zapatero de Grecia” (Papandréu) es el que apuesta por convocar el referéndum.
Ahora falta saber cuántos “diputados Llamazares” hay en ese Parlamento, que estén dispuestos a preguntar a los ciudadanos si prefieren tener “honra sin barcos” o “ni barcos, ni honra”.
Porque lo que parece claro es que la mayor parte de los barcos ya se los han “hundido” y ya “tan sólo” les piden que entreguen "el resto de la flota, en buen estado”
El viernes sabremos el resultado y me gustaría que el Sr. Papandréu consiguiera sacar adelante la convocatoria.
Y si no lo consigue, que dimita y sea “el siguiente” el que administre "la cicuta" al pueblo.
Pese al dramatismo (posible tragedia para los griegos), el momento no deja de ser interesante.

La banca francesa y alemana (y de rebote, todo el “casino” financiero), de rodillas porque un puñado de ciudadanos “de tercera”, morenos, bajitos, comedores de yogur y queso feta y bebedores de vino y aceite de oliva, los muy puñeteros, amenazan con no “devolver” los dineros que, con la ayuda del actual presidente del BCE,  D. Mario Draghi (entonces, al igual que hoy, al servicio de Goldman Sachs), les “medio regalaron” para comprar fragatas, misiles y escopetas varias (a los franceses y alemanes, entre otros).

¡Hasta ahí podríamos llegar!.

Nuevamente, como dice el “maestro” Aguilar:

¡Atentos!
Que “la cosa” parece que va con los griegos, pero va con todos nosotros.    

¡Última Hora! , ¿vuelven los coroneles?  

"relevo en la cúpula de las fuerzas armadas"






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