6/8/11

A propósito de “El 15-M”

A falta de una semana para que el “movimiento” 15-M cumpla sus primeros 3 meses de existencia, las personas “normales” nos debatimos, anímicamente hablando, entre momentáneos espasmos de injustificada euforia pensando que, por fin, vamos a “darle la vuelta al sistema” y largas jornadas de no menos injustificado escepticismo pensando que “esto” no hay quien lo cambie y “nada” servirá de nada.
Bueno, pues un servidor de ustedes, quizá porque, ingenuo como soy, me he aficionado a merodear en los aledaños de la gente del 15-M, está convencido de que no es que quizá podamos darle “la vuelta al sistema”, sino que ya (ahora mismo), poquito a poco, se la estamos dando.
Y me incluyo a mí mismo, no por el esfuerzo que no dedico, ni tampoco por la luminosidad de las ideas que no aporto, o el ejemplo de mi compromiso que no existe, sino tan sólo por el convencimiento de que es lo mejor que, de momento, podemos hacer.
No digo que sea la única salida, ni la última oportunidad, sino tan sólo que quizá sea la mejor salida o, si se prefiere y llevamos la prudencia al extremo, la “menos mala”.
Los neoliberales, después de 40 años de “barra libre” poniendo patas arriba el amable discurrir de la vida de las clases medias de los países donde se “come caliente”, han logrado, a base de avaricia, demoler los cimientos de su “buena fortuna” y al igual que al dueño de “la gallina de los huevos de oro”, su impaciencia en apropiárselo “todo” les ha llevado a la situación actual en la que “la gallina” está moribunda.
Pido perdón a las tres cuartas partes de la humanidad que viven en los países donde “no se come caliente”, pero ahora estoy mirando sólo a nuestro propio ombligo; convencido, además, de que, a “ellos”, todo este “desastre” les mejorará la vida.
Lo dicho ¡gentes de poca fe!: El mundo va a cambiar, y lo bueno es que ni siquiera tendremos necesidad de “liquidar” el sistema económico-financiero (me refiero a la parte más parasitaria) sino tan sólo dejar de “engordarlo” y mostrar públicamente sus “vergüenzas”.
Y no lo digo yo. 
Lo dice gente como Beatriz Gimeno que hoy le dedica su artículo del diario Público a “El 15-M”       
Saludos.

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