25/7/11

Otro punto de vista sobre “la Deuda Pública”

No es que a estas alturas, en relación con la tan cacareada y omnipresente  “crisis”, vayamos a descubrir el mediterráneo y sus aledaños.
Pero un cierto conocimiento de las cosas sobre las que opinamos nos puede ahorrar el propinar muchos palos de ciego y, de paso, evitar engrosar las filas de los que, a base de repetir “tópicos” y “lugares comunes”, contribuyen sin pretenderlo (ni saberlo) a la ceremonia de la confusión que tan buenos resultados está dando al “sistema financiero” que ya nos tiene casi convencidos de que “somos culpables” y de que “tendremos que pagar por ello”.
Tendría gracia la cosa si no fuera por la miseria y angustia que semejante despropósito está generando en la mayoría de los ciudadanos.

Gracia tendría el habernos convencido de que las víctimas somos culpables de que nuestros verdugos nos hayan robado vendiéndonos una riqueza que no existía, y que ellos crearon de la nada con la indiferencia, cuando no complicidad, de quienes debían vigilarles.
Gracia tendría el habernos convencido de que no tenemos más remedio que renunciar a nuestros derechos para que su estafa no se descubra, y de paso seguir engordando sus arcas.
Gracia tendría el convencernos de que nos conviene poner en sus manos (ladronas) lo poco que va quedando del poder de los Estados que es lo único que todavía, mal que bien, puede frenar sus métodos de extorsión y de rapiña.
Tendría gracia si se tratara de una comedia, pero desgraciadamente para la mayoría de las personas se trata de una Tragedia.
La tragedia de perder el empleo
La tragedia de no poder afrontar los compromisos económicos que hasta ayer mismo, eran más o menos razonables.
La tragedia de tener que asumir que habrá que “vivir peor”, que habrá que renunciar a lo que hasta ayer eran “derechos”.
La tragedia de creer que “no existe otra salida”.
Bueno, pues todo ello, que ciertamente es una Tragedia, se sostiene únicamente en nuestro desconocimiento, nuestra resignación y la condescendencia con quienes nos gobiernan.
El artículo de Vicenç Navarro lo único que hace es mostrarnos otro enfoque sobre el tan traído y llevado “asunto de la Deuda Pública”, que puede servir para que unos y otros no nos vendan  “una mula coja” cada dos por tres.
Desde mi punto de vista, vale la pena leerlo.
Y evidentemente la prensa no suele airear demasiado estas “peligrosas opiniones”
Así que si tienes humor, aprovecha.
Saludos.         

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