5/10/14

Antes de que sea demasiado tarde . . .



Parece claro que el saqueo económico, medioambiental y social ha provocado un nivel de hartazgo generalizado al que últimamente se va sumando eso que llaman la mayoría silenciosa en la que conviven, tanto quienes hablan poco pero tienen las cosas más o menos claras, como –sobre todo- una gran mayoría de indocumentados, acríticos, insolidarios, individualistas y también los grandes especialistas en ese innoble arte de nadar y guardar la ropa.
Como la cosa ha llegado tan lejos y es tan zafia y obscena, toda la sociedad en su conjunto está a punto de sentir el reflejo del vómito (moral) y empieza a pintar en bastos para el proyecto neoliberal.
Sin embargo esas gentes, conscientes de que su tiempo se acaba, siguen colocando bombas de relojería en el entramado legal internacional de modo que cuando queramos revertir cualquier tropelía nos resulte poco menos que imposible porque lo prohíben los tratados internacionales.

Este es el caso del mal llamado Tratado de Libre Comercio (TTIP) cuya negociación se está llevando de modo casi clandestino entre Europa y EEUU en un nuevo intento de conseguir lo que no pudieron  en la Ronda Uruguay  (1986-1993), ni posteriormente (por el veto de Francia y otros países) a través del AMI (Acuerdo Multilateral de Inversiones).
No me voy a extender mucho más; Pero desde que supe lo que andaban “trasteando” (a nuestras espaldas) tuve claro que se trataba de colarnos un nuevo tratado por la retaguardia sin posibilidad de que los gobiernos de los distintos países (ni mucho menos sus ciudadanos) pudieran pronunciarse sobre el particular.
Pienso que es muy importante, en primer lugar “enterarse” y, a continuación (quien lo tenga claro), oponerse con todas sus fuerzas a esta nueva dentellada que es mucho peor y más letal que la modificación del artículo 135 de nuestra constitución.

Por eso informo de la manifestación que se celebrará el próximo sábado día 11 de octubre, e invito a asistir a ella como un paso más en este largo y tedioso camino de parar los pies a los depredadores mundiales, y de paso –y esto es mucho más gratificante- de volver a ejercer de ciudadanos responsables de nuestras vidas.
Ahí quedan estos enlaces para quien quiera enteraese "de qué va la cosa"
Y el cartel de la convocatoria.
  

Saludos.








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