20/4/13

”E la nave, . . . ¿a dónde va? (elecciones italianas VIII)



¡Joder con los italianos!.
O más bien con sus políticos.
El Sr. Bersani (quien, aún y pese a todo, cuenta con mi respeto) ha conseguido darse un tiro en el pie (como el niño Froilán).
En su propio pié, en el del Partido Democrático (coalición de varios partidos), en el de la izquierda italiana y, lo que es peor, en el de una buena parte de los ciudadanos italianos (de izquierda, centro y derecha) que, aunque no sepan exactamente lo que quieren, tienen meridianamente claro lo que no quieren: Es decir; recortes, privatizaciones, bajadas de salarios, despidos de funcionarios, elevación de la edad de jubilación, rescates a los bancos, Troika, BCE, FMI, Bruselas y Ángela Mérkel.
Más del 85 % de los italianos (tanto en votos, como en escaños) han votado, hace ya casi dos meses en contra de la “austeridad”  Interesante panorama II (Italia) y el Sr Bersani, tras declarar solemnemente que no pensaba apearse de sus principios (ni mucho menos pactar con mafiosos), no tuvo mejor ocurrencia que entrar en tratos con el Sr. Berlusconi y el Sr. Monti.

Supongo que lo justificaba con el mantra del “necesario consenso” para designar al Presidente de la República.
Pero lo cierto es que le ha terminado pasando lo que a D. Felipe González con la “ética de la necesidá”, o al Sr. Zapatero con su “sentido de estado”; que les das la mano para que no se sulfuren y se instalan en tu casa y te desahucian en cuanto te descuidas.
A las seis de la tarde de ayer los diputados (de su propio partido) le hicieron un nuevo corte de mangas y ya ni siquiera quisieron designar a D. Romano Prodi, quien -aunque no era especial santo de mi devoción- tenía al menos el mérito de ser detestado por Silvio Berlusconi y poco apreciado por Mario Monti.
Hoy ya sabemos que Bersani dimitirá una vez se elija al Presidente, que Romano Prodi ha retirado su candidatura y que, por ahora, los únicos ganadores son Silvio Berlusconi y Mario Monti quienes, de momento, ganan tiempo y han evitado la elección de alguien que no convenía a sus intereses.
Yo ya cometí el error de decantarme por Emma Bonino (y probablemente, con lo gafe que soy, habré arruinado su carrera política para siempre) y me gustaría que alguien repescara su nombre.
Pero en todo caso el candidato del movimiento 5 estrellas Stefano Rodotà, pese a sus 80 años (el mandato lo es por 7 siete años), parece una elección sensata.
Y aunque no les guste ni al Sr. Berlusconi, ni al Sr. Monti, ninguno de ellos tiene argumentos para cuestionar la honestidad ni la valía de su persona.
El Sr. Bersani con su “autismo” (y con la ayuda de las ambiciones del aspirante Matteo Renzi y la temeraria autosuficiencia de Beppe Grillo) ha tirado por la borda parte de las posibilidades de iniciar un cambio político en Italia.
Aún están a tiempo unos y otros (en el frente de la izquierda y el rechazo al Sistema) de poner los pies en el suelo, aparcar las ambiciones personales y acordar un gobierno de mínimos que, como poco, pueda ventilar esa especie de maloliente (y, a la vez, confortable) establo que aparenta ser la política italiana y sentar las bases para un ejercicio más digno por parte de sus representantes.
Y si no lo hacen, perderán autoridad moral (y votos) y nuevamente saldrán perdiendo todos los italianos y, también, la causa de los ciudadanos de a pié en toda Europa.
A ver qué pasa.
Saludos.

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