12/3/13

Que los jueces no nos roben (de nuevo) ''la cartera'' (de Bárcenas)



Andaba yo (que quizá sea un poco paranoico) un tanto mohíno en estas últimas semanas preguntándome qué narices hacía el Sr. Fiscal General del Estado, manoseando el caso Bárcenas sin ordenar ni una sola diligencia “de provecho” (confiscación de las cajas de Génova, intervención de líneas telefónicas, petición de documentos contables “oficiales, retirada del pasaporte al esquiador, . . . ).
De hecho, he llegado a revivir aquellos aciagos días en los que el impresentable D. Jesús Cardenal ordenó al fiscal anticorrupción (Sr. Fernández Villarejo) abstenerse de cualquier iniciativa relacionada con los “presuntos” corruptos (constructores, diputados y otros inductores) que, en las elecciones regionales de 2003, ante la previsión de que el Área de urbanismo y Vivienda cayera en manos de Izquierda Unida (y el PSOE perdiera su control) hicieron cambiar de idea a una parejita de diputados (él con ciertas “tablas” y ella, con perdón, una perfecta indocumentada) y le dieron el gobierno regional a Doña Esperanza Aguirre (10 años hace ya).
Bueno, pues algo parecido es lo que me estaba temiendo (y creo no ser el único), cuando finalmente el juez Pablo Ruz “movió ficha” y pidió a la fiscalía que dejara de perder el tiempo.
Los bobos como yo, nos alegramos.

Y más aún cuando supimos que, por fin, alguien había presentado una querella (que no, demanda) contra el presunto corrupto, los presuntos corruptores y los presuntos beneficiados (sin quererlo).
Bueno: Pues ahora resulta que, como nos descuidemos, nos vuelven a tomar el pelo de nuevo.
Recomiendo la lectura de estos dos enlaces para que sepamos lo que algunos pueden estar tramando, para que la publicidad del asunto les invite a quedarse quietos.
Conviene que lo sepamos y lo divulguemos.
Y, aunque algunos seamos agnósticos (o decididamente ateos), que recemos lo que recordemos de nuestra niñez para que no “empapelen” al juez Gómez Bermúdez como hicieron con Baltasar Garzón.
Ya que “el asunto” en cuestión reviste más peligro que el transporte de un carro con nitroglicerina por una calzada romana.  
 Saludos.

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