22/9/09

¿De verdad somos iguales ante la ley?

Encontrado en el blog de Eduard Punset, altamente recomendable para los amantes de la ciencia.
Me estremece el espacio tan reducido que va a quedar a los demás para moverse cuando yo me vaya. No hay bestia mayor ni más feroz en este circo que el Estado, que hemos creado entre todos. Se puede uno reír tranquilamente de las multinacionales más poderosas o de países tan ufanos de sí mismos como Rusia o Estados Unidos. Son verdaderos pigmeos, comparado con el Estado de cada uno, que gestiona más de la mitad de todos los servicios y productos generados en nuestro recinto, además de tener los medios para vigilar y efectuar un seguimiento inmaculado de todo lo demás: suspiros, proyectos, productos y sueños.

Es aterrador constatar que la mayoría de la gente se pasa la vida intentando protegerse de amenazas que son risibles –los vecinos, el ruido, un desamor–, comparadas con el poder omnipresente del Estado. El único poder real, de cuerpo presente, es el Estado.

¿Estamos dispuestos a aceptar lo innegable: que el Estado y el ciudadano no son iguales ante la ley, que lo peor que le puede ocurrir a uno es tener al Estado en contra, aunque sea por error y durante un rato? La culpa no es de un personaje atrabiliario o de un partido político anticuado. Es de todos, los de ahora y los que los precedieron modulando un Estado blindado y mil veces privilegiado con relación al ciudadano.

Cuanta razón llevas ...

2 comentarios:

dan san dijo...

Aunque poco tiene que ver con Ciencia este comentario.

Que es cojonudo, por cierto.

Eduardo Punset fue ministro con Suarez, no sé si este dato beneficia o perfudica la credibilidad del post.

Por un lado sabe de lo que está hablando por que estuvo dentro. Por otro lado cuando estuvo dentro no le parecía tan mal y ahora si... mmmmm no sé no sé

tujisno dijo...

uhmmm, no sabía yo eso.

creo que da mas valor todavía a su reflexión, conociéndolo desde dentro será cpaaz de llegar a comprender cosas que nosotros ni imaginamos.

y no hay que olvidar que trabaja para la televisión del estado. ambiguo.