Y,
aunque algunos estamos mareados con tanta marea, lo cierto es que a “otros”,
les está empezando a llegar el agua, si no al cuello, sí a las pantorrillas.
Y,
en esas condiciones, esos atildados personajes, con corbatas de seda, y
exquisitos trajes de lino y lana (según estación) y manos en los bolsillos
(ajenos) resultan mucho menos presentables y temibles con los zapatos empapados
y los bajos del pantalón chorreando.
Por
eso, aunque aparentemente aún no hemos conseguido casi ningún objetivo, aunque
siguen haciendo trampas para retorcer las decisiones (provisionales aun) de los
jueces y los tribunales, somos muchos los que, hartos ya de tanta “Marea Blanca”,
volveremos el próximo domingo a hacer bulto en la enésima Marea Blanca.
Allí
nos veremos muchos de los que no nos apeamos de la convicción de que “La salud
en un derecho” y de que hay que defender la Sanidad Pública, gestionada
públicamente.
Los
que, ingenuos de nosotros, seguimos pensando que “Otro mundo es posible” (si
nos lo ganamos con nuestro comportamiento y nuestro esfuerzo).
Hasta
el domingo.
Saludos.
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