(Pero
vayamos preparando los vasos).
Porque
aunque estemos muy lejos de poder volver a los tiempos en que la sanidad
pública era una “cuestión de estado”, si finalmente este juez (u otro
cualquiera) nos da alguna pequeña alegría (del tipo de desautorizar a la Consejería
de Sanidad), valdrá la pena “echar un trago” para celebrarlo Y para coger
fuerzas (y, a continuación, meter otra botella en el frigorífico).
Ahí
queda la noticia de que el juzgado de lo Contencioso-Administrativo Nº 4 vuelve a paralizar como ya lo hiciera
anteriormente el TSJM (Tribunal Superior de Justicia de Madrid) el proceso de
privatización de los 6 hospitales.
En
este caso, a tenor de lo que anticipan las informaciones y a falta de poder
leer el auto, parece que la cosa pudiera ir algo más en serio. Aunque a mí me
quedan dudas de si los argumentos de “su señoría” (al margen de que me suenen a
“música celestial”) son los propios de un proceso Contencioso.
Pero
yo no soy juez, ni entiendo de leyes y, cómo suele decirse “doctores tiene la
iglesia”.
De
todos modos conviene ser prudentes y esperar a ver qué resulta porque efectivamente
“hasta el rabo, todo es toro” (para unos, y para nosotros).
Saludos.
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