Me explico:
Aunque
algunos, entre los que me incluyo, no olvidaremos nunca la vergüenza (ni el
daño) que un partido que se autodenomina “de izquierda” nos infligió a todos,
la noche del 2 de septiembre de 2010 cuando, actuando como un verdadero brazo
de madera, todos sus diputados (con la honrosa excepción de D. Antonio
Gutiérrez Vegara) votaron a favor de reformar la Constitución.
Y
lo hicieron para maniatar al Estado Soberano con una estúpida limitación de su
capacidad de endeudamiento y, además, garantizar la preferencia a la hora de “cobrar”
a los salteadores y usureros del sistema financiero por delante de las necesidades
y derechos de los ciudadanos.
Y,
peor aún, en fechas posteriores, se opusieron a que dicha modificación fuera
objeto de consulta popular.
Pese
a semejantes desprecios a la ciudadanía (o meras bajadas de pantalones
ideológicos), confiemos que, en esta ocasión, ese mismo partido y su provisional
dirigente, tengan la dignidad (y el sentido común) de quitarle la razón a
Alfóns López.
Lo
deseo, no tanto por mí, como por sus propios militantes y simpatizantes, que
merecen algo más de respeto.
Allá
se las compongan los de “Conveniencia” y los del PP.
Saludos.
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