Ayer en "elDiario.es" leí -con sorpresa- que el partido de D. Leopoldo López y D. Juan Guaidó, el tan publicitado “Presidente Encargado” (por los EEUU) también ha participado en estas elecciones de las que públicamente y con gran fanfarria mediática reniegan ambos señores, aunque efectivamente ellos no han concurrido como candidatos.
Ignoraba ese dato y que el partido de estos hombres se llamara “Voluntad Popular” y se presentara en coalición con otros dos partidos opositores. (la información es de la Agencia EFE y parece algo más equilibrada que los panfletos de El País).
También ignoraba que la alta abstención de estas elecciones ha sido algo menor que en 2005 que fue la anterior ocasión en que la oposición llamó a boicotear los comicios y se pasaron los siguientes cinco años lamentándose por no tener ni un sólo diputado y esgrimiendo ese dato como una justificación de fraude electoral.
Entremedias, Europa y nuestro gobierno haciendo como que no ven y dando aire a unas políticas dictadas por el mundo financiero y gran-empresarial que lo único que buscan es como impedir gobernar a la socialdemocracia en los países importantes de Sudamérica, que les impiden adueñarse del comercio y los recursos naturales de esas naciones.
Y como ahora los tanques resultan poco presentables, utilizan a jueces corruptos (como el juez Sergio Moro en Brasil, o el Tribunal Supremo en Bolivia), politiquillos venales (como D. Luis Almagro, secretario de la OEA) organismos financieros (FMI, BM y OMC), las agencias de prensa norteamericana y algunos compañeros de viaje supuestamente objetivos y equidistantes como la UE que, aunque simulan ser imparciales, también defienden los garbanzos de sus multinacionales.
Bastante sucio y siniestro todo ello, porque deslegitima las instituciones y los organismos internacionales y -sobre todo- porque impide el asentamiento y la estabilidad de la democracia en esos países y genera miseria y rencor entre sus ciudadanos.
Ahí queda por si alguien quiere recitar algo distinto del mantra oficial.
(postdata)
A estas alturas ya doy por cumplida la penitencia política de D. José Luis Rodríguez Zapatero por la cagada de ofrecer el cuello de nuestra independencia económica a los mercados (modificación art. 135 de la Constitución); Porque mantener, como mantiene, su independencia de criterio (equivocada, o no) ante la jauría mediática y el consenso neoliberal, a mis ojos le redime.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario