Está
claro que no tengo suerte.
Me
paso la vida intentando aparentar imparcialidad y rigor, y los hechos (o mi
propia impericia) se empeñan en desacreditarme
Hace
un par de días, a raíz de la publicación de los datos del paro del mes de
noviembre, me puse la toga de la objetividad y publiqué algún comentario
diciendo que, aunque las cosas no fueran tan buenas como era de desear y
estábamos muy lejos del buen camino, no sería yo quien no se alegrara de la
reducción del paro, o se negara a reconocer “la bondad el dato”.
¡Nuevo
patinazo!.
Ahora
resulta que D. Octavio José Granado Martínez (más conocido como Octavio
Granado) al que tengo por hombre juicioso y honrado y a quien, debido a sus 7
años de ejercicio al frente de la Secretaría de Estado de Seguridad Social, no
tengo más remedio que reconocer “algún” conocimiento del asunto más extenso y
profundo que el mío propio, viene y me desmonta el discurso conciliador que
intenté “marcarme”.
A
la vista de sus explicaciones, resulta que los datos ofrecidos por la Sra.
Báñez y los palmeros del gobierno tienen “más faltas que un juego de pelota”.
Recomiendo
la lectura de dichas explicaciones a todos los biempensantes (como un servidor)
que intentamos, a diario, encontrar algún espacio limpio de mierda en este
lodazal en el que nuestros gobernantes han convertido la vida pública y la “información
oficial”
¡Malditos
sean!
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario