Nuestra
historia judicial reciente hace temer que nuevamente volvamos a tener que
contemplar una nueva prueba de la desvergüenza y venalidad (Una
nueva tropelía (judicial) se avecina) de una parte del sistema judicial
formada por los magistrados de los tribunales superiores, el Consejo General
del Poder Judicial y la fiscalía; que, casi sistemáticamente, se dedican a
archivar las demandas, denegar las
pruebas, minimizar las conductas y cambiar los jueces, llegando, en caso
extremos, en los que huelen peligro para los poderosos (Garzón, Gürtel,
Bárcenas, Blesa, . . .) a la intimidación y acoso de los jueces que no se
avienen a mirar para otro lado.
Este
es el caso de la querella de AFEM contra los señores Lamela, Güemes, Burgueño y
Dª Patricia Flores.
Querella
que no es por el actual proceso de privatización de los servicios sanitarios de
6 hospitales y 27 centros de salud, sino por su indecente comportamiento aceptando
puestos ¿de trabajo? en los consejos de administración de las empresas
adjudicatarias de anteriores privatizaciones de servicios .
Fue
pulsar esa tecla por parte del magistrado D. Marcelino Sexmero Iglesias y automáticamente
saltaron las alarmas judiciales, y el fiscal y el CGPJ se tiraron al cuello del
magistrado.
La
cosa no era para menos: El juez había decidido enviar una comisión rogatoria a
Luxemburgo para intentar averiguar la identidad de los verdaderos propietarios
del “entramado empresarial” de la empresa Capio (hoy ya no se llama así, sino
IDC Gestión) tras las que muchos de nosotros sospechamos que pudieran aparecen
algunos apellidos de responsables políticos y administrativos notablemente
implicados en todo el proceso de desmantelamiento de la sanidad pública. ¿Es
Capio (España) una tapadera de algunos políticos españoles?
Por lo que se ve, de momento, no han logrado
doblarle el brazo al magistrado D.
Marcelino Sexmero Iglesias, quien ha citado a declarar a los Sres. Güemes y
Lamela.
Considero importante tomar conciencia de la
importancia de defender la independencia de este juez que, como ocurrió con el
juez D. Elpidio José Silva (caso Blesa), ha osado tirar de un hilo de posible
corrupción que muy bien pudiera dejar completamente desnudos (y llevar a
presidio) a muchos de los sinvergüenzas que medran a costa de liquidar los
servicios, malbaratar los dineros y destruir el patrimonio público.
Ojalá tenga suerte el juez y pueda llegar al
fondo del asunto.
Saludos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario