Intentando
no repetirme demasiado y que no se me noten la falta de imaginación, ni mis
poco recomendables inclinaciones, procuro no insistir en el rastreo
de los mismos autores de los textos que reseño.
Pero
a veces no tengo más remedio que traer repetidamente a escena a muchos de ellos.
Y
este es el caso de Juan José Millás.
En este caso con el “atenuante” de que (pese
a lo mucho y bien que ha escrito en todo este tiempo) llevaba ya casi cuatro
meses sin mencionarlo.
Ahí
queda su denuncia.
Porque,
aunque no lo parezca, eso es lo que es este breve artículo publicado ayer en la contraportada
del país.
Saludos.
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