Disculpen: La foto es "vieja" (pero igualmente ilustrativa)
Hoy, a las
14:15, en la entrada de Diego de León 62, se ha celebrado una asamblea de trabajadores,
pacientes y usuarios del Hospital Universitario de La Princesa, para la que la
dirección del hospital no ha considerado oportuno autorizar la utilización del
salón de actos.
Quizá, además de
denunciar el menosprecio hacia quienes la convocaban y hacia quienes acudimos, debiéramos agradecerle al Sr.
D. Miguel Ángel Andrés Molinero (el gerente) la
oportunidad de disfrutar de la agradable temperatura del mediodía y, sobre
todo, el poder visibilizar nuestra presencia y explicar a los viandantes el por
qué de nuestra lucha.
El Sr.
Molinero se ha comportado antidemocráticamente, con
modales propios del dueño de un cortijo; y
los ciudadanos, con el fin de evitar altercados y discusiones
estériles, nos
hemos allanado en nuestro derecho.
Pero que no
piense que siempre será así.
El hospital
es un bien público y él no es su propietario, sino el responsable de que esté
al servicio de todos.
Para quienes
no hayan podido acudir, cuento que, en algún momento, nos hemos juntado algo más de
200 personas.
Y,
afortunadamente, otra
vez estábamos juntos de la mano, desde los médicos, hasta la gente de la calle,
pasando por enfermeros, celadores, personal administrativo, de limpieza,
de cocinas, trabajadores de otros centros y ciudadanos residentes en el barrio
y de fuera del barrio, además de (discretamente) algunos representantes de los
sindicatos (supongo que presentes a título personal).
Por un lado debemos
felicitarnos (sin
mayores alharacas) de
esta primera satisfacción de las dos “suspensiones cautelares”, tras 9 meses de
ir encajando día tras día el desprecio y prepotencia de la consejería de
sanidad y tragándonos los sapos de sus sucesivas tropelías (no
renovación de contratos, reducciones de jornada, jubilaciones forzosas, cierres
de camas, alguna represalia laboral que otra, desvío de pacientes y pruebas
diagnósticas y un sinfín de arbitrariedades más).
Todo ello
perpetrado desde la desfachatez más absoluta, al amparo de los “brazos de
madera” de unos parlamentarios indignos del cargo para el que les eligieron y
con el aplauso de algunos medios de comunicación turiferarios que lo mismo
aplican el incensario para aventar el mal olor de todas estas trapisondas, que
para crear cortinas humo que oculten las vergüenzas de quienes se benefician de
ellas.
Esa era una
de las razones y estaba plenamente justificada.
Fundamentalmente
para recordar a la ciudadanía que la lucha no ha sido en vano y que, aunque
muchos pensaron que todo estaba perdido el día 26 de diciembre cuando se
aprobaron los presupuestos en la Asamblea de Madrid y mucho más perdido aun
cuando se publicaron los “pliegos” y se conocieron los nombres de los
“ganadores”, finalmente va a ser cierto aquello de que “quien ríe el último,
ríe mejor” y, de momento, al Sr. consejero y su tropa, se les ha congelado la
sonrisa.
Pero sobre
todo, los convocantes (Las Plataformas de Trabajadores y Usuarios del
hospital), con muy buen criterio han
abordado dos cuestiones primordiales:
1
Información veraz, de la situación en que están quedando los servicios y las
plantillas del hospital a día de hoy. Y sobre las negras
previsiones (si lo consentimos) para los días que vendrán.
2
Recordar a todos los asistentes, y todo aquel que quiera oír, que esta “magra victoria”
(que ni siquiera está consolidada) no
es más que un paso (adelante) en el largo camino que tendremos que recorrer
para, en primer lugar, desandar
todo lo que hemos andado (marcha atrás), reconstruir parte de lo que han
destruido; y, posteriormente, recuperar el control de los servicios públicos
por parte de las administraciones para ponerlos al servicio de los ciudadanos.
A la vuelta
del calendario están las renovaciones (o no) de parte de las plantillas
(el 30 de septiembre),
Sigue en
marcha el proceso de privatización de los centros de atención primaria y de
especialidades.
Siguen
entregando servicios (mucho más importantes de lo que parecen) a las empresas del ladrillo
(Limpieza y cocinas)
y siguen desviando los diagnósticos, los pacientes y las intervenciones a
centros privados como método para asfixiar (por inanición) los departamentos y
profesionales de los centros públicos.
Y siguen ganado
tiempo mientras intentan confundirnos con mentiras y medias verdades, a la vez
que trasiegan los fondos desde los servicios públicos hacia los bolsillos
privados.
Por eso era
necesario este “recordatorio” (que esperemos no sea el único).
Yo (que he asistido) he “salido”
(de la calle) con
un buen sabor de boca y con la voluntad de seguir, como mosca
cojonera, intentando
hacer valer lo que creo que son mis legítimos derechos.
Mañana a las
17:00 en el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (C/ Santa
Isabel Nº 51) AFEM
( es decir los médicos que presentaron los recursos) ha convocado una asamblea a
la que, por lo visto, estamos
invitados, los ciudadanos.
Yo pienso
acudir a escuchar lo que tengan que decir los médicos (mis
médicos).
Y también
acudiré el domingo día 22 a las 12:00 a la plaza de Neptuno para hacer bulto en
la enésima Marea Blanca.
Me duelen
los pies de patear las calles.
Pero no
quiero que me duela el alma (o lo que coño sea) por no haber intentado
defender mis derechos.
Saludos.
SÍ, .
. . SE PUEDE
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