Consciente como soy de mi falta de equidistancia a la hora de opinar
sobre los procesos políticos de América latina, he procurado no entrar en
valoraciones sobre la marcha y los resultados de las elecciones venezolanas.
Finalmente, y pese a los intentos de deslegitimación por parte de los
grandes medios de comunicación y los EEUU, fervientemente coreados aquí por
nuestra derecha más rancia (la que nos gobierna), a día de hoy, parece fuera de
toda duda que el proceso ha sido “limpio” y el resultado debiera ser aceptado
por todos.
Se nos ha intentado engañar con la falta de legitimidad de quienes ganan
unas elecciones por tan sólo algo más de 200.000 votos, mientras se nos oculta
que un número de votos similar, número de votos fueron los que le
sirvieron a José María Aznar para desalojar de la Moncloa a Felipe González.
O, más grave aún: Que George Bush fue nombrado presidente de los EEUU con
menos votos que Al Gore sumados a un escandaloso “apaño” del tribunal supremo para
adjudicarle los votos del estado de Florida, que, como mucho, se podrían haber
considerado nulos, pero en ningún caso favorables al candidato republicano.
Tanto da. El hecho es que, pese a las fantasmagorías de sujetos como el Sr. Díaz de Mera
(que intentó -y sigue intentando- colgar los muertos de los trenes del 11-M de
las espaldas de ETA y Rubalcaba), la práctica unanimidad de los observadores ha
dado por buenos los resultados.
Dicho esto, la cuestión es saber si Venezuela será capaz de salir
adelante sin la persona de Hugo Chávez, o perderá el impulso político y el
avance democrático conseguido en estos últimos 15 años.
Con independencia de que los más fervientes chavistas rebusquen las extensas informaciones (poco ecuánimes, pero bastante bien documentadas y argumentadas) de D. Juan Carlos Monedero,
yo me quedo, por equilibrado, por oportuno y por atinado, con este artículo de
Fernando Flores.
A toro pasado parece que la “embajada de los EEUU” (lugar donde antaño se tramaban
los golpes de estado de muchos países) va a tener difícil el justificar uno en
estas fechas y en ese país. Tanto más cuanto que finalmente la Junta Electoral
va a realizar el recuento del 100 % de las papeletas.
Adjunto texto con la opinión de los observadores españoles a dichos
comicios que en nada se parecen a las fantasías de algunos periódicos y “seudoperiodistas”.
Les deseo suerte (y sentido común) a los venezolanos.
Saludos.
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