Esto es lo
que están haciendo algunos miembros de nuestro gobierno y personajes afines.
La cosa no
tendría mayor importancia (aparte del ridículo de quienes actúan de dicha
manera) si no fuera porque la banalización de los conceptos y las palabras, aparte
de confundir a las personas menos informadas y reflexivas, puede terminar
conduciendo a situaciones indeseables desde el punto vista de la convivencia
ciudadana.
Y ello con independencia del pelaje y las preferencias políticas de cada uno de nosotros.
A los asesinos hay que llamarles asesinos, que es un epíteto muy grave y que debiera utilizarse con mucho cuidado y no como arma arrojadiza para disimular nuestras propias vergüenzas.
Bernardo Vergara en eldiario.es resume gráficamente el comportamiento de Doña María Dolores de Cospedal, y otros notables botarates (o maliciosos) del Gobierno y el Partido Popular, haciendo impresentables comparaciones entre quienes reivindican pacíficamente sus derechos con terroristas o nazis.
¡Ojo al cristo!, que es de barro.
Eso por no
hablar del guerracivilismo que otros correligionarios suyos practican en cada
ocasión que se les presenta, como es el caso de las opiniones del largamente
desacreditado Agustín Díaz de Mera (que todavía anda pregonando la autoría de
ETA en los atentados del 11 de marzo de 2004) con respecto a las recientes
elecciones venezolanas.
Saludos.
1 comentario:
han banalizado su programa electoral, han banalizado el nazismo y ahora el hambre.
son unos impresentables
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